Unos 50 incendios forestales continúan activos en Suecia, en una situación sin precedentes, y los mayores, que han arrasado más de 20.000 hectáreas en los últimos días, pueden tardar «semanas» en extinguirse, según las autoridades del país.
El director de la agencia sueca de emergencias (MSB), Dan Eliasson, aseguró en rueda de prensa que «los mayores fuegos no pueden ser extinguidos» en estos momentos y que los efectivos sobre el terreno están tratando de mantener dentro de un perimetro controlado los incendios, según informó la radio pública sueca.
Instó a no subestimar los incendios forestales en varias zonas del norte, al calificarlos como los más graves en la historia de ese país.
«Probablemente estamos en la situación más grave que los servicios de rescate suecos han tenido que enfrentar nunca. La zona que está ardiendo es superior a la de 2014 en Vestmania, muchos incendios todavía no están controlados y hay otros, que comienzan a diario», declaró Eliasson, citado por Radio Suecia.
El funcionario advirtió que «no se puede subestimar la gravedad de la situación». «Incluso si el tiempo cambia y empieza a llover, puede ir a más», señaló.
Alemania, Noruega y Lituania ya enviaron a Suecia helicópteros, e Italia y Francia, aviones para combatir los incendios que se extienden a una superficie de más de 20.000 hectáreas. También Dinamarca acudió en ayuda de su vecino del norte mandando un grupo de bomberos.
La Agencia Forestal de Suecia estima que el fuego ha arrasado bosques por valor de al menos 600 millones de coronas, o unos 70 millones de dólares, pero la factura del seguro podría elevarse porque muchos edificios también han quedado destruidos total o parcialmente.
Las autoridades le recomendaron a su ciudadanos permanecer en sus casas con las ventanas cerradas para no respirar el humo.
El norte de Europa padece una intensa ola de calor desde hace una semana. Las temperaturas superaron los 32 grados Celsius en Finlandia, Noruega y Suecia.
Las llamas se extienden con rapidez
El mayor de estos fuegos ha calcinado ya unas 8.500 hectáreas en el municipio de Ljusdal (centro del país), según cálculos de los bomberos citados por medios locales, que tienen dificultades para contenerlo por la rapidez con la que se extienden las llamas a pesar de la ayuda internacional.
Según la radio pública sueca, «cientos de personas» han sido desalojadas de sus viviendas por precaución ante el avance de los llamas, sobre todo en pequeños municipios de los condados de Jämtland, Västerbotten, Gävleborg y Dalarna.
La mayoría de los incendios se han declarado en el centro y en el sur del país, aunque los fuegos se extienden por toda la geografía sueca.
«La situación en que nos encontramos es excepcional», afirmó ayer el primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, tras visitar una de las regiones afectadas.