Una agencia brasileña logró captar imágenes únicas de un indígena que ha vivido solo en un bosque amazónico durante al menos 22 años, informa The Guardian.
Semidesnudo y balanceando un hacha vigorosamente mientras derriba un árbol, el hombre, que ha de encontrarse en sus 50, según se cree, nunca había sido filmado tan claramente y parece estar en excelente estado de salud.
«Está muy bien, cazando, manteniendo algunas plantaciones de papaya, maíz», dijo Altair Algayer, un coordinador regional de la agencia indígena Funai, que opera en el estado amazónico de Rondônia, quien estaba con el equipo que filmó el video a distancia. «Él tiene buena salud y está en buena forma física al hacer todos esos ejercicios», añadió.
Conocido como «el último de su tribu», el hombre caza con arco y flecha cerdos salvajes del bosque, pájaros y monos, y atrapa presas en agujeros ocultos llenos de estacas de madera afiladas. Él y su grupo eran conocidos por cavar agujeros y su hamaca está colgada sobre uno de ellos en su casa.
«Indígena en resistencia»
Madereros, granjeros y acaparadores de tierras asesinaron y expulsaron a las poblaciones indígenas de esa zona en las décadas de 1970 y 1980, y se cree que es el único superviviente de un grupo de seis pobladores autóctonos asesinados durante un ataque perpetrado por granjeros en 1995. Fue localizado por primera vez en 1996 y ha sido monitoreado por Funai desde entonces.
Funai tiene una política de evitar el contacto con grupos aislados y ha protegido su área desde la década de 1990. La reserva indígena de Tanaru fue establecida legalmente en 2015. En el lugar se dejan periódicamente ejes, machetes y semillas tradicionalmente plantadas por los indígenas, para que el hombre los encuentre, señala Algayer, pero claramente no quiere tener nada que ver con la sociedad en general.
Los indígenas amazónicos de las cuencas de los ríos Xingu, Tapajós y Teles Pires invaden el principal emplazamiento de la presa hidroeléctrica de Belo Monte, en protesta por la construcción de la represa en Vitoria do Xingu, el 2 de mayo de 2013.
«Entiendo su decisión», dijo Algayer. «Es su signo de resistencia, y un poco de repudio, odio, dada la historia que vivió».
Fiona Watson, directora de investigación y defensa de Survival International –un grupo sin fines de lucro que trabaja para proteger a los pueblos indígenas–, describió el metraje como «extraordinario», puesto que las 8.070 hectáreas de bosque protegido en las que vive el hombre están completamente rodeadas de ranchos y granjas.
«Funai tiene el deber de demostrar que él está bien y vivo», dijo. «Lo crucial es que Funai ha logrado mantener su territorio», aseveró.
Los especialistas de Funai creen que hay 113 tribus aisladas que viven en la Amazonia brasileña, de las cuales 27 grupos han sido confirmados. Otras 15 tribus no contactadas habitan en Perú, dijo Watson, y otras en Bolivia, Ecuador y Colombia. Sus integrantes cazan con cerbatanas, arcos y flechas, y aunque sus lenguas pertenecen a similares grupos lingüísticos, o «troncos», también pueden diferir enormemente unas de otras.