Alterlatina. Alternativa. Alter/ latina. Otra alternativa latina. Otras latinas. Hace muchos años los gringos que todo lo envasan le dieron a esta música el rótulo de “crossover”, lo cual no quiere decir nada: ¿acaso cualquier cosa no es susceptible de cruzarse con cualquier otra? ¿Dónde quedaría así lo específico de la música hecha en África, en Sudamérica o en Indochina?
Digamos que la música de estas niñas latinas es simplemente eso: música latina, ni siquiera de fusión porque ese detalle de síntesis y mixtura musical hace rato que la música latina actual lo incorporó a su ADN. Por otra parte la música latina, desde los antiquísimos tiempos de la Colonia, nunca fue químicamente pura y siempre fue mestiza.
Pero en fin, lo cierto es que lo primero que puedo decir de este disco, haciendo acopio de todo el machismo que soy capaz, es que está notablemente bien tocado y bien grabado.
Alterlatina hace gala de un profesionalismo envidiable. Y si digo machismo es porque suenan tan bien como el que más de los grupos masculinos. Y componen maravillosamente. Siempre que se habla de grupos o solistas pop femeninas se acomete la intención con cierta indulgencia, como si las chicas no fuesen capaces de tocar bien y de dar mucha marcha.
Y con la música de este disco el cuerpo se va solo, se mueve y se disfruta. Lo cual no les impide ser sumamente elegíacas cuando desean, como en la cueca “Marchitó Violeta”, o bien simplemente nostálgicas como en “Zamba pa’que se quede”.
Las artistas de Alterlatina tienen muy clara su identidad musical y, en su caso específico tanta recurrencia a una pluralidad de estilos tan variopintos: música afroaperuana, folk, cumbia, reggae, en fin, suena natural y no forzada. Se dan el lujo de pasar de una cueca urbana a un son cubano con soltura y desprejuicio. Y eso no lograría su cometido si no fuera porque se trata simplemente de buena música. Nada más.
Y bien, las integrantes del grupo son intérpretes muy calificadas cada una en su especialidad, las voces suenan con una claridad prístina y llenas de diafanidad. El sonido del disco está muy bien producido y técnicamente mejor balanceado ya que una música sutil como ésta no precisa de la fuerza de una grabación mono con todo el espectro sonoro dispuesto al centro del arco acústico.
El arte del disco es agradable aunque algo austero. Las fotografías del interior no se aprecian tanto ya que el formato en digipack obliga a mirarlas en miniatura. Eso sí, el círculo de rostros en trance que rodea a la placa del compacto es muy hermosa y sugerente.
Un lindo álbum que hace alentar grandes esperanzas en lo que Alterlatina sea capaz de ofrecer a futuro. Una banda a tener en cuenta y que sería deseable que saliera a campo traviesa a conquistar a todos los escuchas de este país, mucho más allá del circuito alternativo.
Alterlatina
“Fecunda”
Autoproducción – Fonmus
CD, 2011
Por Fabio Salas Zuñiga
El Ciudadano