“A nuestro juicio, ocultar información fuera del secreto de confesión es encubrir el delito”, sostuvo el senador Alejandro Navarro, en el contexto de la carta del obispo Goic al arzobispo Ezzati que publicó El Mercurio, en la que reconoce el silencio del clero ante las situaciones de abusos sexuales sucedidas en la Iglesia Católica en el pasado.
La frase de Navarro es parte del proyecto de ley de su autoría que “obliga a quienes ejercen labores pastorales a denunciar delitos que indica”, presentado el 17 de mayo de 2010 y que permanece en primer trámite constitucional en la Comisión de Constitución del Senado. Por ello, el parlamentario llamó a sus colegas y al Gobierno a abordar urgentemente este debate.
“Durante demasiado tiempo ha habido una asociación ilícita en la iglesia para ocultar estos delitos” afirmó Navarro, agregando que “soy contrario a que haya una oficina vaticana para denunciar abusos sexuales en contra de los/as niños/as. Esto se denuncia ante la Fiscalía, la PDI y los Tribunales de Justicia, pero no veo por qué un Estado distinto al chileno, el Vaticano, va a tener una oficina especial para denunciar lo que los miembros de ese estado realicen como delitos graves”.
Navarro enfatizó que la oficina vaticana sería ilegal e inconstitucional, “pues, según el artículo 7 de la Constitución, ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aún a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes”.
Además de lo anterior, el parlamentario dijo que espera reunirse personalmente con el fiscal nacional, Jorge Abbott, para reiterarle su solicitud presentada en conjunto con la diputada Marisela Santibáñez a mediados de junio, “y que sea un fiscal especial y no preferente quien investigue los casos de abusos sexuales a niños/as dentro de la iglesia”.