El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, confirmó que su país «trabaja» con los importadores de petróleo iraní para obligarlos a que dejen de comprar crudo a la nación persa.
«En el centro de esta campaña está el restablecimiento de las sanciones contra el sector energético de Irán, como hemos dicho durante las últimas semanas, nuestro objetivo radica en trabajar con los países importadores del petróleo iraní y para el 4 de noviembre llevar a cero estas importaciones hasta donde sea posible», señaló, citado por Sputnik.
EE. UU. anteriormente aseguró que presionará a sus aliados con el fin de que recorten sus importaciones de crudo iraní, y los que se nieguen a cumplir la petición de Washington se someterían a unas sanciones secundarias por parte del país norteamericano.
Entre los países que planea restringir el país norteamericano se encuentran Rusia, China y cualquier nación que pretenda seguir comprando petróleo a Teherán.
En mayo pasado, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que su país se retira del PAIC, un acuerdo firmado en 2015 por Irán, los seis mediadores internacionales (Rusia, Estados Unidos, el Reino Unido, China, Francia, Alemania) y la UE.
El pacto establece limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su posible dimensión militar, a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
Pese a la decisión de EEUU, el resto de los firmantes del PAIC expresó su apego al acuerdo.
Washington también ordenó restablecer «al máximo» las sanciones contra Teherán, y no descartó aplicar restricciones secundarias, dirigidas contra las empresas.
Este domingo, Trump también amenazó directamente a la nación persa con un ataque bélico.