China desarrolla un ambicioso plan de gobierno para impulsar el poder naval del país, un enorme dron subacuático dotado de inteligencia artificial.
El nuevo vehículo subacuático no tripulado, no estará controlado por un operador en tierra, sino que zarpará de forma autónoma, completará su misión y regresará a la base también en régimen autónomo.
Ha sido concebido para ser usado en el océano mundial en una amplia gama de misiones: reconocimiento, colocación de minas y ataque contra buques enemigos, entre otras, sin embargo, en caso de necesidad puede contactar con el centro de control para llevar a cabo actualizaciones.
El dron asumirá misiones sencillas que se irán complicando progresivamente. No obstante, la decisión de atacar siempre será tomada por una persona.
Las medidas del nuevo sumergible no tripulado, serán similares a la de los submarinos de ataque convencionales e irá propulsado por una planta de energía diésel capaz de garantizar una navegación ininterrumpida durante meses.
El dron tomará decisiones sobre el rumbo y el cambio de profundidad para evitar ser detectado, pudiendo clasificar, entre militares y civiles, los barcos que encuentre y elegir la mejor ruta para llegar a su destino,esto gracias a la inteligencia artificial.
En la ciudad de Zhuhai, en la provincia de Guangdong, ya acoge la mayor instalación de pruebas del mundo para buques robóticos de superficie, según información de RT