La Federación Alemana de Fútbol (DFB) rechazó este lunes las acusaciones de racismo del futbolista Mesut Özil, quien este domingo anunció su retiro de la selección germana, con la que se proclamó campeón del mundo en el año 2014.
La decisión de Özil desató tanta polémica como la publicación de su foto junto al presidente de Turquía, Recept Tayyip Erdogan, en pleno Mundial de Rusia 2018. El futbolista señaló que el trato racista recibido por la DFB le hace no querer volver a vestir la camiseta del equipo nacional alemán. «Tengo un sentimiento de (haber sido tratado con) racismo y falta de respeto», manifestó el atacante del Arsenal inglés.
Previamente, Ozil había confesado: «Tengo dos corazones, uno alemán y otro turco. Nací y fui educado en Alemania. ¿Por qué hay gente que sigue sin aceptar que soy alemán».
Para Ozil, haberse tomado una foto con Erdogan “no tiene nada que ver con la política o con las elecciones, sino con el respeto hacia el máximo cargo del país de mi familia”.
En contra parte, la Federación Alemana de Fútbol rechaza que se le haya relacionado con el racismo, pues la organización se compromete desde hace años en gran medida con la integración en su país y, además, para ellos «la diversidad es una fortaleza, no solo en el fútbol».
Algo que sí consideran “necesario es que Özil, como ya hizo Ilkay Gündogan, de una respuesta por esta foto, independientemente del resultado en el Mundial. En la DFB ganamos y perdemos juntos, como un equipo que somos».
En ese sentido, lamentan que el futbolista los cuestionara por supuestas consignas racistas y de no haber sido defendido como fue el caso de Jerome Boateng, años atrás. «Jugamos y convivimos con nuestras diversas raíces familiares, nuestras religiones y nuestras culturas», apuntó la DFB en su comunicado.
Contradicciones
El mánager de la selección alemana, Oliver Bierhoff, admitió luego de la publicación de Ozil que quizás fue un error haberle convocado para jugar en Rusia 2018. “Tendríamos que haber sopesado prescindir de él a nivel deportivo«, en una entrevista publicada por el diario alemán Die Welt.
A declaraciones como estas se sumó el presidente del Bayern Münich, Uli Hoenss, quien criticó duramente al volante ofensivo: «Estoy contento de que haya terminado la pesadilla (…) Hace años que su juego es una basura. El último duelo que ganó fue antes del Mundial de 2014, y ahora se escuda a él mismo y a su m… de juego detrás de esta foto», fustigó.