La defensa del ciberactivista Julian Assange está preocupada por el silencio del Gobierno ecuatoriano y por su renuencia a reunirse con los abogados del fundador de WikiLeaks. Los abogados desean encontrar una salida al tema de su asilo durante la visita que el presidente Lenín Moreno realiza a Inglaterra. Así se lo confesó este lunes a la agencia Sputnik uno de los juristas defensores del australiano.
“Presentamos dos cartas a la cancillería (de Ecuador): una hace diez días y la otra hace cinco días, precisamente indicando la preocupación que tenemos en el tema del retiro de asilo y nacionalización, y no nos han respondido”, señaló el abogado Diego Poveda.
La preocupación nace luego de que varios medios británicos reportaran que existe una alta posibilidad de que, durante la gira de Moreno, se concrete la expulsión de Assange de la Embajada ecuatoriana en Londres, donde reside desde junio de 2012.
Poveda apunta que han estado “muy pendientes de los periódicos británicos”, pero que hasta ahora no existe “nada categórico; es más, hemos pedido ver la posibilidad de que el equipo de defensa pueda reunirse con el presidente Moreno, pero, al parecer, no hay ninguna disposición a hacerlo”.
Piden respuesta a la Cancillería
En ese sentido, el jurista declaró que insistirán “a nivel local en una respuesta de la Cancillería” a las cartas enviadas días atrás desde Madrid por el titular de la defensa, el juez Baltasar Garzón, al jefe de la diplomacia ecuatoriana, José Valencia.
Fue justamente con la entrada de Valencia al Ministerio de Relaciones Exteriores, el pasado 12 de junio, que la política exterior de Lenin Moreno confirmó un radical vuelco con respecto a los lineamientos que tuvo Ecuador bajo el mandato de Rafael Correa.
La defensa de Assange solicita al Gobierno ecuatoriano que “siga respetando el derecho de asilo”. También expresaron “la preocupación” de la defensa del activista, “por los rumores que existen en la situación de retirar el asilo, que sería grave”. Aunque el fundador de Wikileaks “tendría un nivel más, una audiencia adicional antes de que se tome cualquier resolución”.
Renuentes a reunirse con la defensa
A decir de Poveda, en caso de que el Gobierno ecuatoriano quiera retirar la protección al informático, éste “tiene derecho a reunirse con representantes del Estado y establecer evidencia real de que va a ser extraditado a un tercer país”.
“Realmente nos desconcierta tanta información”, expresó, aunque por ahora “solamente son elucubraciones y conjeturas; lo único real son los documentos enviados y la renuencia del equipo ecuatoriano de reunirse con el equipo de defensa legal”.
El Mandatario ecuatoriano mantiene al momento una agenda en Inglaterra que culminará este martes, para luego trasladarse a Madrid. El Gobierno ha desmentido en varias ocasiones que el tema Assange vaya a ser abordado durante la visita.
José Valencia es el canciller ecuatoriano y con él la política exterior de Lenin Moreno volcó a la derecha. Foto: Web
El caso Assange
El fundador de WikiLeaks tiene casi 6 años viviendo en la embajada de Ecuador en Londres. De hecho, ya es ciudadano ecuatoriano, luego de cumplir los trámites de nacionalización. Eso genera una gran interrogante en cuanto a la legalidad que pueda tener que se entregue a las autoridades británicas sin el debido proceso.
Cuando entró disfrazado de motero, con lentillas verdes y su cabellera blanca teñida de pelirrojo, el 19 de junio de 2012, en el Reino Unido pre Brexit gobernaba David Cameron, la Unión Europea peleaba con la crisis bancaria, Hillary Clinton era secretaria de Estado de Barack Obama y un Donald Trump presidente parecía pura política ficción. Pidió asilo político y se lo concedieron dos meses después.
Wikileaks, la organización fundada por Assange, filtró miles de documentos que comprobaban cómo las agencias de inteligencia y seguridad de EE. UU. se involucraban en asuntos internos de otros países, planificaban acciones de desestabilización y espiaban a políticos y personalidades en todo el mundo.
En noviembre de 2015, un psicólogo aseguraba que su condición se iba deteriorando con fases depresivas, según puede leerse en un amplio retrato publicado por The New Yorker. En varias ocasiones se ha temido por su salud. “¿Qué importa lo que yo esté viviendo? ¡Lo que importa es la lucha política!”, clamaba ante Lady Gaga, una de las personalidades a las que ha permitido acceso directo.
Esporádicamente, Assange se asoma al balcón de la embajada ecuatoriana en Londres. Foto: Web
El fundador de WikiLeaks decidió refugiarse en la embajada cuando agotó todos los recursos legales en el Reino Unido para evitar su extradición a Suecia, donde dos mujeres presentaron demandas contra él por acoso sexual. En concreto, le reprochaban no haber utilizado preservativo, aunque se lo exigieron para mantener relaciones sexuales. Las dos acudieron a hacerse la prueba del VIH y a denunciar. “Suecia es la Arabia Saudita del feminismo”, suele decir Assange sin reparos. Corría el verano de 2010 y WikiLeaks estaba en pleno auge.
Suecia emitió una orden europea de captura y por ello actuó la justicia británica. Sin embargo, desde el pasado 19 de mayo, tras prescribir parte de la causa y otra parte no avanzar por falta de pruebas, Suecia ya no lo reclama. No obstante, sí lo hace el Reino Unido por violar las condiciones de la prisión preventiva al no presentarse ante el juez el 29 de junio de 2012.
El temor de Assange va más allá: Assange está convencido de que si se entrega a la justicia británica, EE. UU. activará una orden de extradición y le aplicarán la Ley de Espionaje, que data de hace 100 años, por filtrar documentos comprometedores para Washington, con el riesgo de una pena de cárcel de por vida.
Es curioso que medios internacionales como The New York Times, que difundieron informaciones filtradas por WikiLeaks, no estén igualmente expuestos. “Nunca en la historia de EE. UU. se ha actuado contra un editor por publicar información verdadera. Sentaría un precedente para actuar contra organizaciones de noticias”, reconocía Ben Wizner, abogado de la ACLU, a The New Yorker.
A Chelsea Manning tras su cambio de sexo, la condenaron a 35 años por hacer llegar a WikiLeaks los llamados papeles de Afganistán (julio de 2010) y de Irak (octubre de 2010). Sobre Afganistán eran 77.000 documentos desclasificados que revelaban la muerte de 20.000 afganos. Acerca de Irak se dieron a conocer 400.000 documentos, que demostraban el uso sistemático de torturas y por primera vez daban una cifra de muertos, 109.000, la mayoría civiles. El Pentágono acusó a WikiLeaks de poner en peligro la seguridad de las tropas de EE. UU.
De abril de 2010 data el video titulado Collateral Murder, difundido por Wikileaks, donde puede verse cómo soldados de EE. UU. matan a varios civiles, entre ellos un cámara de Reuters. Obama la perdonó al final de su mandato, después de que Manning intentara suicidarse dos veces.
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