Con la firma de todos los diputados de oposición de la comisión de Derechos Humanos de la cámara baja –Miguel Crispi (RD), Carmen Hertz (PC), Tucapel Jiménez (PPD) y Pamela Jiles (PH)– se ingresó el proyecto de ley para sancionar la incitación a la violencia y a la discriminación, y el negacionismo a los crímenes de lesa humanidad de la dictadura.
La iniciativa también cuenta con el respaldo del DC Matías Walker, y de los diputados frenteamplistas Gabriel Boric (Movimiento Autonomista) y Tomás Hirsch (PH).
A diferencia del proyecto contra la incitación al odio ingresado por el gobierno de Michelle Bachelet, el texto presentado este miércoles castiga con presidio menor en su grado medio la negación a las violaciones a los Derechos Humanos entre 1973 y 1990.
“Este proyecto parte de la idea reconocida por Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, que es que a libertad de expresión tiene un límite cuando no respeta la dignidad de las personas o de grupos de personas, como pueden ser inmigrantes, la comunicad LGBTI, las mujeres, etcétera ”, explicó Crispi.
El parlamentario frenteamplista precisó que “el proyecto incluye la sanción al negacionismo, porque el Estado sigue en deuda en la necesidad de reparación a las víctimas de la dictadura, por graves crímenes que lesionan a la sociedad en su conjunto. La sanción al negacionismo es una garantía de no repetición, que está inspirada en el legislaciones de países de la Unión Europea como Alemania y Países Bajos”.
“Instamos al ministro Hernán Larraín a apoyar el proyecto, pues tras el retiro de la iniciativa de reparación a las víctimas de tortura y prisión política, el gobierno está en deuda en la agenda de los Derechos Humanos”, añadió el jefe de bancada de Revolución Democrática.
El proyecto será discutido en la comisión de Derechos Humanos y de Constitución de la Cámara.