Como ya es costumbre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se volvió a retractar. Después de haber manifestado su deseo de reunirse de nuevo, este mismo año, con su homólogo ruso, Vladimir Putin, ahora decidió aplazar la nueva cumbre para el año próximo.
La Casa Blanca detalló que será a comienzos de 2019 cuando posiblemente se dé un segundo encuentro entre los mandatarios, quizás el 1 de enero.
«El presidente Trump cree que el próximo encuentro bilateral con el presidente Putin debe tener lugar después de que haya acabado la caza de brujas de Rusia, así que hemos acordado que será los primeros días del año próximo«, señaló el asesor de seguridad nacional, John Bolton, en un comunicado.
Y esa «caza de brujas» no es otra cosa que la «trama rusa» que tantos dolores de cabeza le generó a Trump después del primer encuentro con Putin, que se celebró en Helsinki, Finlandia, el pasado 16 de julio.
Todo iba bien hasta que Trump mostró inclinarse más a creer que Rusia no interfirió en las elecciones presidenciales de 2016, desautorizando así a sus funcionarios de inteligencia que insisten en culpar al Kremlin.
Aunque luego intentó enmendar ese traspié discursivo, le puso más leña al fuego cuando la Casa Blanca informó la semana pasada que invitaron a Putin a un segundo encuentro en Washington.
Al postergar el encuentro, Trump intenta reivindicarse con esos sectores a los que tanto afectaron sus declaraciones, durante y después del encuentro en Helsinki.