El Fiscal General de Venezuela, Tarek William Saab, informó que fueron imputados los ciudadanos Maikor Alexander Arias González y Eder Eduardo Cáceres Castro, por estar presuntamente involucrados en el asesinato del cantautor Evio Di Marzo, ocurrido el pasado 28 de mayo en Caracas.
Saab precisó que Arias González fue imputado como cooperador inmediato en el delito de homicidio intencional calificado perpetrado con alevosía y en la ejecución de robo agravado de vehículo automotor. Por su parte, Cáceres Castro quedó imputado como cómplice no necesario del mismo delito y sus agravantes.
Asimismo, adelantó que funcionarios del Ministerio Público están en la búsqueda de tres personas más involucradas en el caso, quienes fueron identificados por sus apodos, entre ellos el responsable del disparo que le cegó la vida al cantante.
Caso del Club Social El Paraíso
Igualmente, el Fiscal General ofreció detalles sobre el caso del Club Social El Paraíso, donde el pasado 16 de junio fallecieron 19 personas a causa de una bomba lacrimógena que fue activada por un menor en medio de una riña dentro del local. Aseguró que las investigaciones descartaron alguna vinculación de integrantes de los cuerpos de seguridad del Estado.
Por ese caso, fueron imputados Gilberto Alejandro Petit Quintero (19) y cuatro adolescentes como coautores en el delito de homicidio intencional calificado con alevosía y por motivos fútiles. También se les imputó el mismo tipo penal, pero en grado de frustración, en perjuicio de los sobrevivientes.
Adicionalmente, a Petit Quintero le fueron precalificados los delitos de uso de adolescentes para delinquir, detentación de artefacto explosivo y agavillamiento, mientras que a los cuatro menores de edad se les imputaron los dos últimos tipos penales; y a otro de ellos por uso de facsímil, detalla el MP en su portal web.
“La responsabilidad de estas personas se ha logrado determinar a través de experticias, videos de cámaras de seguridad e interrogatorios”, indicó.
Por último, Saab dijo que el Ministerio Público está investigando la procedencia de la bomba lacrimógena, la cual han confesado que fue comprada en Catia, una zona popular de Caracas.