Las bolsas biodegradables, fabricadas con «tecnología verde» contaminan los mares de la misma manera que los plásticos normales, pero antes de lamentarnos por esta noticia ya en todo el mundo existen alternativas de empaques hechos con fibras naturales.
La cuestión con los plásticos verdes, según señala al Organización de Naciones Unidas-, es que, aunque demoran menos años en degradarse, solo lo hace cuando está expuesto a una temperatura muy alta o en un laboratorio especializado.
«Una gran cantidad de plásticos biodegradables, como los usados en las bolsas de la compra, solo se descomponen a una temperatura de 50º y eso no se encuentra en el océano. Tampoco son boyantes, así que no pueden quedarse en la superficie y ser destruidos por los rayos UV», sostiene Jacqueline McGlade, científica que dirige el Programa Medioambiental de la ONU.
Otra de las revelaciones del informe es que desde el 2013 al 2014, la producción de plástico creció en un 4%, es decir más de 311 millones de toneladas métricas. Bajo esta premisa, al menos 8 millones de toneladas acaban en los océanos, ocasionando la muerte de miles de animales marinos.
Esta organización viene trabajando en más campañas para instruir a la población sobre la importancia de separar los desechos sólidos según su tipo, y por supuesto, una cultura donde le demos mayor preferencia a las bolsas hechas de tela que a las bolsas fabricadas de polietileno.
Es hora de tomarnos la conciencia ambiental en serio, de lo contrario en 34 años, no habrá vida en los mares.
Bolsas de fibras biodegradables
Ante esta situación ya están surgiendo ideas innovadoras, como fabricar bolsas a base de productos biodegradables, por ejemplo la bolsa de la foto ha sido diseñada por la Polaca Katarzyna Okinczyc y el fotógrafo Remigiusz Truchanowicz , una bolsa de transporte que se degrada en 60 días.
En respuesta a la creciente demanda de las bolsas biodegradables, la bolsa está hecha de una sustancia a base de lino no tejido. Dado que el material se produce con los residuos industriales de fibra de lino, reduce la explotación de los recursos naturales y se utiliza un mínimo de energía para producirlas.
Esto señores son un claro ejemplo de que se puede hacer negocios, que además de permitirnos ganar dinero, ayude a la conservación de nuestro medio ambiente.
Bolsas de Yuca
El biólogo indonesio Kevin Kumala ha inventado bolsas de yuca, que se biodegradan al entrar en contacto con agua, reduciendo así los 500 años que tardan en hacerlo las de plástico.
Estos objetos de uso cotidiano biodegradables, son fabricadas con resinas de yuca, además de cumplir con la misma función que las bolsas de plástico; cuando llegan a los océanos se degradan y se disuelven en el agua y no dejan ningún residuo tóxico y dañino para el ecosistema y las especies marinas.
Estas bolsas son el producto estrella de Avani Eco, la empresa encargada de confeccionarlas. La institución crea muchos más productos biodegradables con materiales como la caña de azúcar y la maicena. Esta idea ha sido considerada como una de las más innovadoras de indonesia y ha recibido el premio ‘Most Valued Business Indonesia’, que galardona a las iniciativas más responsables con el medio ambiente del país.