Este jueves, el sector estatal de energía eléctrica de Brasil recibió un duro golpe con la venta al capital privado de Cepisa, una de las seis compañías pertenecientes a Eletrobras que pretenden ser vendidas.
La compradora de Cepisa fue la empresa Equatorial Energía, informa Sputnik.
El mencionado holding privado controla ya dos compañías de generación y distribución en Maranhao (noreste) y Pará (norte). Con Cepisa en sus manos, Equatorial Energía abarca ahora al estado Piauí (este), informa AFP.
La subasta se inició en base a un precio simbólico de 50.000 reales (13.500 dólares, al cambio del jueves) y «se atribuyó en base a un índice técnico que incluía una flexibilización tarifaria, un compromiso de aporte de capital de 720 millones de reales (unos USD 195 millones) a la compañía y un pago al Tesoro brasileño de 95 millones de reales por el derecho de operación», señala la agencia francesa.
«No importa que solo hubiera una empresa interesada en la subasta, lo importante es el resultado que esto da a la sociedad, al Gobierno y a las inversiones en infraestructuras de nuestro país», dijo el ministro responsable del Programa de Asociaciones e Inversiones, Ronaldo Fonseca, en rueda de prensa, citado por Sputnik.
Otras cinco distribuidoras -Amazonas Energía, Boa Vista Energía, Ceal, Ceron y Eletroacre- en el norte y el nordeste de Brasil, consideradas financieramente «inviables» por sus abultadas deudas, serán subastadas el próximo 30 de agosto, acción que está en suspenso por las venideras elecciones en octubre próximo.
Este programa de privatización emprendido por la administración de Temer – quien llegó al poder tras un golpe parlamentario en contra de Dilma Rousseff- ha levantado polémica tanto en los trabajadores del sector eléctrico como en la sociedad.
AFP agrega que los planes neoliberales también abarcan a la propia Eletrobras, razón por la que los trabajadores de esta empresa llevan dos días de huelga ante una amenaza de posible despidos masivos.
Además, los obreros rechazan que el programa «Luz para Todos» – lanzado por el hoy perseguido y detenido expresidente Luiz Ignacio Lula Da Silva- se vea vulnerado. Con dicho proyecto se lleva energía eléctrica a los sitios más remotos y pobres de Brasil.
Para el economista y consultor independiente Felipe Queiroz, la subasta de Cepisa forma parte del «duro ajuste neoliberal» impuesto por Temer y otros interesados en el «desmonte del Estado».
«Hay un capital financiero internacional que presiona de todas las maneras posibles para que las principales estatales brasileñas sean privatizadas. No podemos perder de vista que Eletrobras es una de las principales empresas del sector eléctrico del mundo», dijo Queiroz al medio francés.
El gobierno calcula que la venta de la mayor generadora de energía de América Latina podría aportar unos 12.000 millones de reales (unos 3.100 millones de dólares) a sus arcas.
«Van a sacar a trabajadores que cobran 2.000 reales (533 dólares) para poner a otros con salario mínimo [de menos de 1.000 reales, que serían 266 dólares]. Una región con tantas carencias va a quedar peor parada con el alto desempleo del país», dijo a la AFP Emanuel Mendes, director de la Asociación de Empleados de Eletrobras.
https://www.elciudadano.cl/economia/clase-obrera-piedra-tranca-agenda-privatizadora-temer/06/15/