A través de la fachada de crear un «centro de innovación», la empresa Facebook pretendía lograr su anhelado objetivo de establecerse en China. Sin embargo, las autoridades del gigante asiático no cayeron en el juego y retiraron su aprobación a la propuesta de la red social.
El intento fugaz de Facebook de abrir un «centro de innovación» en China pone de relieve cuán difícil será para la red social formar una presencia significativa en el país que posee el mayor número de habitantes en el mundo.
Poco después de que un sitio web del Gobierno mostrara que una filial de la red social podría registrar una empresa en Zhejiang, que pretendía ser un centro para interactuar con los desarrolladores chinos, el anuncio desapareció. Si bien no se dio ninguna razón, The New York Times informó que la aprobación fue retirada después de que el regulador nacional de Internet discrepara de la aprobación del Gobierno provincial para la filial.
Con Zuckenberg nada
China tiene establecidos estrictos controles para Internet y es esquiva al ingreso al país de Facebook, incluso pese a las propuestas que hace el máximo ejecutivo de la firma, Mark Zuckerberg. Los planes de instalar una oficina en Pekín no llegaron a buen puerto, la aplicación para compartir fotos Colorful Balloons no logró cobrar fuerza, WhatsApp funciona de manera intermitente. Al mismo tiempo, la red china WeChat, de Tencent, se ha vuelto casi omnipresente, lo que genera dudas sobre si la empresa estadounidense podría ganar clientes, incluso si se reactiva la aprobación.
«Dada la extendida limpieza actual de todos los medios en China, creo que ahora es aún más difícil para Facebook llevar su principal plataforma allá», dijo Andy Tian, máximo ejecutivo de Asia Innovations Group, que opera un servicio de streaming en vivo en todo el país y ha trabajado para Zynga y Google.
El asecho
El Gobierno de China clasifica la información y el contenido al que pueden acceder sus ciudadanos, incluso en las redes sociales locales. Sus redes sociales son una barrera ante las amenazas que pudieran significar Facebook y Twitter, cuyos contenidos podrían ser dirigidos a intereses opuestos a la soberanía del país.
Cuando se le preguntó en una sesión informativa por qué se había rechazado la solicitud de Facebook, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, remitió todas las consultas detalladas a «las autoridades pertinentes», pero no sin antes agregar un comentario sobre la influencia de China.
«El mercado chino de Internet está en auge. China tiene la mayor cantidad de usuarios de Internet del mundo. Nos gustaría compartir las oportunidades de desarrollo que brinda el desarrollo de Internet (…) Mientras estas compañías extranjeras cumplan con las leyes y regulaciones chinas, damos la bienvenida a su desarrollo y apertura comercial».
Un mercado frustrado
Esta vez, Facebook quiso copiar la estrategia de Google, cuyos principales servicios están bloqueados, y enfocarse en promocionar su software TensorFlow con desarrolladores, inyectar dinero en un centro de investigación de inteligencia artificial en Pekín y lanzar algunas aplicaciones que no desafíen los controles de censura del Gobierno chino.
Si bien China sigue siendo un gran agujero en la presencia global de Facebook, de 2.230 millones de personas, la compañía tiene muchos otros desafíos, como la desaceleración del crecimiento, la caída del precio de las acciones y los escándalos sobre los datos de los usuarios.
Eso ayuda a hacer hincapié en por qué quiere estar en China y continúa dando pequeños pasos para establecer una presencia en el país, como con el centro de innovación.