Aunque la comunidad internacional condena el uso de bombas de racimo, a algunos países como Arabia Saudita y Estados Unidos parece no importales el daño que ocasionan en poblaciones civiles. Este viernes se conoció la detonación de uno de estos artefactos saudí en Yemen, dejando al menos un muerto y tres heridos en el distrito de Zabid, al sureste de la provincia Al-Hudayda.
La coalición saudí-estadounidense ha realizado una serie de ataques a diferentes partes de la ciudad, destruyendo infraestructuras civiles como fábricas e instalaciones agrícolas, reseñó HispanTV. Este tipo de explosivos ya ha sido usado por el régimen de los Al Saud y sus aliados en las provincias septentrionales de Saada, Amran y Marib. Al-Hudayda.
Además de acabar con la vida de los yemeníes, los bombardeos saudíes han dañado «gravemente» el principal depósito de agua potable del sur del estratégico puerto del mar Rojo.
El uso de las bombas de racimo está prohibido, pero tanto Riad como Washington hacen caso omiso a las regulaciones. Incluso, ya en 2016 diversas organizaciones denunciaron su utilización en Yemen. Las bombas son manufacturadas, no podía ser de otra manera, en Estados Unidos.
Su efecto es tan devastador que al menos 118 países del mundo han prohibido las municiones de racimo, refirió El Mundo de España.
https://www.elciudadano.cl/mundo/yemen-pide-ayuda-a-rusia-por-planes-de-ee-uu-en-el-mar-rojo/07/20/