Guerra espacial: EE. UU. intimidado ante capacidad antisatélites de China

El Programa Antisatélites (Asat) que adelanta la República Popular China ha logrado significativos avances en cuanto a la capacidad de destruir este tipo de aparatos en el espacio, lo que en el corto plazo podría de la hipótesis a la realidad.

Así lo alertó el teniente general de la Fuerza Armada de Estados Unidos, Jay Raymond, quien opinó que la nación asiática representa una amenaza, debido a que es capaz de poner en riesgo todos los objetos astronómicos de órbita baja y «pronto todos los satélites de todas las órbitas podrán estar en peligro».

«Hace algún tiempo que sabemos que China realizó una prueba antisatélite, y recientemente supimos que dicha prueba fue exitosa», aseveró al hacer referencia al programa ejecutado por Pekín, que viene siendo desarrollando desde el año 1964.

Durante un foro de seguridad de Aspen, celebrado hace una semana en el estado de Colorado-Estados Unidos, exhortó al Gobierno chino abstenerse de acciones como el continuo desarrollo y prueba de sistemas antisatélites destructivos que amenazan la seguridad a largo plazo y la sostenibilidad del estatus quo del espacio exterior, del que dependen todas las naciones.

«EE. UU. busca continuamente garantizar que sus sistemas espaciales sean seguros y resilientes frente a las amenazas espaciales emergentes», añadió según un informe publicado este lunes por la revista digital The National Interest.

Liderazgo tecnológico espacial

De acuerdo al portal web, las tecnologías para sistemas de defensa antisatélite y de misiles balísticos son muy similares. Y refiere que el país oriental ha usado el misil SC-19 para algunas de sus pruebas pasadas, así como sus pruebas de antisatélite de ascenso directo (DA-ASAT).

Asimismo, el artículo alerta que China buscará utilizar los misiles Asat para destruir los objetos en órbita estadounidenses, degradando los recursos militares impidiendo la comunicación o que puedan compartir información.

Por su parte, Hispan TV reseña que esta revelación se da mientras el liderazgo tecnológico espacial norteamericano se desvanece, lo que beneficiaría a otras naciones que están acelerando sus avances en la guerra espacial.