Vietnam, China y La India son algunas de las naciones que están interesadas en comprar a Rusia las corbetas con misiles de crucero Kalibr que posee gran tonelaje y buen armamento.
Yuri Borísov, viceministro de Defensa de Rusia declaró en rueda de prensa que Moscú ofrecerá sus corbetas más nuevas a un precio accesible a sus clientes extranjeros, ubicados en la región asiática y del pacífico.
“Se envían al Báltico, a la Flota del Norte, al Caspio o al mar Negro”, dijo el funcionario a la agencia estatal rusa al reiterar que con esos navíos se dota la Armada de la nación euroasiática.
“Estas corbetas tienen un precio aceptable, son pequeñas, compactas y de alta velocidad. Creo que tienen un buen potencial de exportación para varios países, especialmente de la región Asia-Pacífico, como Vietnam, China, La India y otros”, aseguró el viceministro ruso.
Las naves rusas del proyecto 22800 Karakurt (Viuda Negra) detenta un desplazamiento de 800 toneladas con capacidad de navegación a una velocidad superior a los 30 nudos. Entre su artillería se encuentran los sistemas de misiles de alta precisión y piezas de modernas.
A su vez, se pueden instalar en las naves ocho lanzaderas de misiles de crucero del sistema Kalibr-NK y se prevé que a todas se le pueda incorporar sistemas de defensa antiaéreos Pantsir. A pesar de las mejoras en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia, muchos analistas consideran que la nación norteamericana está girando su política para desaparecer su influencia en la nación rusa. Mientras Vladimir Putin y el mandatario chino están ganando ventajas en el océano pacífico y el mundo.
No obstante, Japón anunció en 2017 que desplegará un escudo antimisiles en el pacífico con tecnología norteamericana para obedecer a las pretensiones de Donald Trump, decisión no respaldada por el gigante asiático y tampoco por Rusia.
Putin fortalece su alianza con el gobierno de la India en distintos temas, inclusive en el militar; así como en África, cuyo propósito es generar un gran bloque multinacional que fije un nuevo orden mundial donde Estados Unidos no imponga su hegemonía.