Desde 2010, el Gobierno de Estados Unidos autorizó el espionaje de todos los pasajeros en vuelos nacionales, aún cuando no figuren en las listas de vigilancia terrorista, reveló un informe.
Según un reporte divulgado por The Boston Globe y confirmado este lunes por la cadena local CNN, la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por su sigla en inglés) realiza actividades de espionaje contra miles de personas que no están bajo investigación ni son sospechosas de delito alguno, mientras el Congreso es consciente y proporciona supervisión “robusta” al respecto.
Bajo un programa llamado “Cielos Tranquilos”, los comisarios aéreos federales recopilan datos personales y detalles sobre el comportamiento de las personas en los aviones para “tratar de contener cualquier posible amenaza en la aviación”. Así lo explicó un funcionario de la TSA a la cadena CNN.
Detectados automáticamente en los vuelos
La publicación añade que “todos los ciudadanos estadounidenses” que entran al país “son detectados automáticamente” para ser expuestos a este programa y permanecerán bajo minuciosa vigilancia por los próximos 90 días, “sin ser notificados”.
Según el reportaje, miles de estadounidenses ya han sido objeto de vigilancia en el aeropuerto y en los vuelos. Todo ello ocurre con o sin órdenes judiciales y el espionaje puede ser ejecutado por cualquiera de los cuerpos de seguridad.
Con una sola orden de la administración del expresidente Barack Obama (2008-2016) se espiaron en 2016 millones de conversaciones telefónicas en Estados Unidos que se usaron para arrestar a decenas de personas.
Las tácticas de espionaje a gran escala de Washington han causado indignación a nivel mundial en los últimos años a raíz de las revelaciones del informático estadounidense Edward Snowden, exempleado en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en 2013, si bien la actividad de espionaje a nivel planetario de EE. UU. comenzó a desarrollarse al menos en la década de 1960 con la red Echelon, en la que participan también el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda (los Cinco Ojos).