Dos hombres robaron dos coronas y un orbe, decorados con oro, piedras preciosas y perlas, de la catedral de la ciudad sueca de Strangnas y huyeron en una lancha.
Según informaron medios locales, las joyas pertenecían a dos miembros de la familia real del siglo XVII, Carlos IX y Cristina de Suecia, y que se exhibían en unas vitrinas cerradas en el templo, sustraídas en pleno día.
El portavoz de la Policía, Thomas Agnevik, afirmó que es difícil estimar el valor de las reliquias robadas. «Son objetos únicos», señaló Agnevik, mientras que Catharina Frojd, trabajadora de la catedral, aseveró que se trata de «una pérdida enorme en el valor cultural y económico».
Los testigos señalaron que dos hombres salieron corriendo de la catedral, que estaba abierta al público, y se dirigieron hacia el lago Malaren donde huyeron en un bote de alta velocidad.
Desde entonces no se ha tenido rastro de los hombres. La policía señaló que aún no ha identificado a los sospechosos.