Niñas y adolescentes eran captadas por redes de explotación sexual que operaban en Cartagena, la ciudad turística más apetecible de Colombia. Estas jóvenes e infantes que eran enviadas a otras naciones del mundo prestaban sus servicios sexuales en eventos extranjeros. Supuestamente algunos funcionarios policiales tramitaban la documentación y permisos para que éstas salieran y retornaran a la nación neogranadina.
En un operativo de la fiscalía colombiana contra la red de explotación sexual, fueron aprehendidas 18 personas a las que se les inculpa de delitos de vejámenes a más de 250 niñas y adolescentes y según el organismo este ha sido el mayor operativo que da un golpe duro al turismo sexual, reseñó BBC Mundo.
Entre los acusados se encuentran dos personas («La Madame y el depredador sexual») que han sido señaladas como los líderes de la banda delictiva, quienes operaban desde las zonas populares para atraer a sus víctimas y someterlas a los abusos. También actuaban en las redes sociales.
La Madame manejaba el corredor sexual
A «La Madame» identificada por la fiscalía como Liliana del Carmen Campos Puello de 42 años de edad, se le acusa de cooptar a jóvenes, incluyendo menores de edad, para enviarlas a otros países e involucrarlas en redes de explotación sexual.
Esta mujer manejaba un corredor sexual en la zona de las playas y posee contactos internacionales de organizadores de eventos que requieren los servicios sexuales de varias mujeres.
De acuerdo con la información suministrada por las autoridades, Campos repartía catálogos en varios países para que los clientes eligieran a las jóvenes o niñas que querían tener en sus fiestas sexuales.
Según la fiscalía, las víctimas que viajan esperanzadas en mejorar la calidad de vida y la de sus familiares eran engañadas bajo la promesa de un trabajo en el exterior. Desconociendo que al llegar a otro país, le retendrían sus documentos, las encerrarían y las explotarían sexualmente.
La reclusión de las jóvenes se ejecutaba en los barrios pobres de la ciudad; la proxeneta les ofrecía empleo en playas, hoteles y plazas de lujoso centro amurallado de la costa colombiana.
Campos Puello, detenida durante la madrugada de este 29 de julio, presenta antecedentes por tráfico de heroína e ingreso ilegal a Estados Unidos. Los medios locales han compartido fotos donde aparece con otras mujeres compartiendo en yates y contando grandes cantidades de dinero.
Ahora la mayor traficante sexual de Cartagena se enfrenta a la justicia neogranadina que determinará si es o no culpable de supuesta trata de personas. Si la sentencia es desfavorable a Campos Puello pagarán una pena de 23 años de prisión.
El depredador sexual tatuaba a sus víctimas
El capitán de Infantería de Marina de la Armada Nacional, Raúl Danilo Romero Pabón fue arrestado junto a John Padilla, tatuador este 28 de julio por la Fiscalía Colombiana por presunto abuso sexual a niñas menores de 14 años.
El organismo lo apoda como «el depredador sexual», debido a que las autoridades evidenciaron que este sujeto después de abusar de las adolescentes les tatuaba su nombre a las víctimas.
Durante el arresto, Romero Pabón admitió los cargos por concierto para delinquir, estímulo a la prostitución de menores de edad, explotación sexual menores de edad y uso de medios de comunicación para facilitar la explotación sexual de menores de edad y uso de infantes en la comisión de delitos.
La legislación colombiana establece que las personas con estos delitos tendrán penas que oscilan entre los 8 y los 25 años de prisión. Según Luis Carlos Villegas, ministro de Defensa de Colombia aseguro que el capitán ya fue retirado de la institución.
La impunidad es latente en Colombia
Boris Miranda, corresponsal de BBC Mundo en Colombia, considera que los pocos datos recabados de los integrantes de la red de explotación sexual en Cartagena evidencian la libertad con que se perpetraron estos delitos.
«No sorprende tanto la existencia de una organización dedicada a prostituir menores, sino la visibilidad con la que operaba en Cartagena (…) y que además se realizaba frente a funcionarios policiales, administradores hoteleros y otras autoridades», dijo.
Destacó que otra muestra de que la organización contaba con la complicidad en diferentes espacios, es la detención de dos policías, un capitán retirado de la Armada Nacional y operadores turísticos.
«Se trata de una red que contaba con reclutadores de niñas y adolescentes en los barrios, emisarios que hacían el nexo con turistas y clientes, policías que alertaban si se realizaría algún control e incluso hoteles donde eran llevadas las menores para sus encuentros con extranjeros», concluyó el periodista.