«L’école des ventriloques»: Blasfemias animadas en «La rebelión de los muñecos»

El pasado jueves 24 de mayo fue el segundo día de funciones en el Festival «La rebelión de los muñecos», ocasión de apreciar otro trabajo de la compañía belga Point Zero, nuevamente con textos de Alejandro Jodorowsky

«L’école des ventriloques»: Blasfemias animadas en «La rebelión de los muñecos»

Autor: Cristobal Cornejo

El pasado jueves 24 de mayo fue el segundo día de funciones en el Festival «La rebelión de los muñecos», ocasión de apreciar otro trabajo de la compañía belga Point Zero, nuevamente con textos de Alejandro Jodorowsky.

Point Zero, nuevamente con textos de Jodorowsky (quien apareció en el teatro e incluso saludó al público cuando lo descubrieron), trajo hasta nuestras vidas una historia extraña, donde la interacción entre muñecos y manipuladores se convierte en tema central.

Durante 45 minutos nos adentramos en una «Escuela de ventrilocuos», donde los amos son los muñecos y los esclavos los humanos. «Los manipuladores tenemos que saber humillarnos», explica una alumna vestida de monja. En este contexto los muñecos exteriorizan los más sórdidos deseos de sus manipuladores. Vemos personajes violentos, groseros, déspotas, bizarros, que gozan maldiciendo y humillando a sus manipuladores y compañeros de escuela. Basta con decir que la Gran Maestra es una vieja cabrona que se hace llamar «Doña Perra».

Los textos de Jodorowsky se liberan aún más en esta obra, se despojan de parte de su traje poético dando espacio a más groserías y blasfemias, escupiendo sobre todas las estructuras morales. La religión no se salva de sus dardos verbales y dentro de un elegante Teatro Nescafé de las Artes rebota en las murallas y butacas «¡La boca de Dios es el ano del Diablo!» .

La crítica a las estructuras sociales y a los mecanismos de control tampoco quedan fuera y es ahora «Doña Perra» quién se despide de unos padres acongojados por el comportamiento de su niño diciendo «llévenselo y aliméntenlo con su propia mierda. Sólo así aprenderá a ser un buen ciudadano».

Sin duda, para ninguno de los asistentes de este segundo día de Festival fue una tarea fácil enfrentarse a una obra como esta, donde 6 actores, 1 músico y 19 muñecos dan vida a un universo tan complejo y oscuro que se rige por un credo tan absurdo como son los credos en general.

«Yo no soy yo,
Yo soy aquel que duerme en mi mente oscura,
yo me borro para que aquello exista».

La Rebelión de los Muñecos continúa hasta este próximo domingo 3 de junio.

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Por Tania Corvalán

El Ciudadano


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