Dos muestro y 50 heridos es el saldo de la represión en la sureña región de Espinar, donde los habitantes exigen el aumento del aporte de la minera suiza Xstrata, que opera un yacimiento de cobre en la zona. Los muertos en Espinar suman la decena de manifestantes muertos en conflictos sociales desde que Ollanta Humala asumió el poder. Los intereses mineros son fuertes: Se estima que dicho sector económico aporta el 60 por ciento de las exportaciones totales de Perú.
El Gobierno del presidente peruano, Ollanta Humala, declaró el lunes estado de emergencia en una zona del sur del país y autorizó el uso de la fuerza militar para detener una protesta contra la mina Tintaya de la transnacional Xstrata, la cual ha dejado dos muertos y 50 heridos entre civiles y policías.
La medida de fuerza, la segunda que dicta Humala para encarar un conflicto minero, restringe el libre tránsito y reunión de las personas, suspende las garantías constitucionales y autoriza a las fuerzas armadas a restablecer el orden público en la provincia de Espinar, donde opera la mina Tintaya.
La protesta contra Xstrata comenzó hace una semana en Espinar en medio de reclamos de un aumento del aporte económico de la minera a la zona, poniendo otra vez bajo fuego al principal sector económico de Perú, que en los últimos años se ha visto afectado por manifestaciones contra proyectos clave.
El primer ministro, Oscar Váldes, dijo a periodistas que el estado de emergencia en Espinar será por 30 días, luego de una jornada de protestas que incluyó el secuestro de un fiscal y la quema de un vehículo público por parte de los manifestantes.
Según la compañía, la protesta ha restringido el transporte de concentrados de cobre de Tintaya, aunque la unidad local sigue produciendo de forma normal y los embarques no han sufrido retraso debido a los inventarios que tiene la empresa en Perú.
INTENTO DE TOMA
El conflicto se agudizó con enfrentamientos entre policías y pobladores que intentaron tomar la mina Tintaya, debido a que algunos dirigentes de la zona piden el cierre de la operación de la firma por una supuesta contaminación ambiental en Espinar.
Imágenes de televisión mostraron a cientos de manifestantes en Espinar y a algunos alzando a una de las víctimas. «Humala asesino», gritaban, refiriéndose al mandatario peruano.
Con esto sumarían 10 las víctimas fatales que se registran en protestas sociales desde que el presidente y militar retirado Humala asumió el poder en julio del año pasado. En el anterior Gobierno del ex presidente Alan García se reportaron 174 muertos por protestas sociales, según datos oficiales.
PODEROSOS INTERESES
La minería es clave para la economía de Perú, porque aporta el 60 por ciento de las exportaciones totales del país.
Perú posee vastos recursos mineros -es el segundo productor mundial de cobre y el sexto de oro-, pero la extracción suele toparse con el rechazo de pobladores que temen daños ambientales o piden una mayor tajada de los ingresos del sector.
Los conflictos, que suman casi 250 en todo el país andino, amenazan con frenar más proyectos mineros por unos 53.000 millones de dólares previstos para los próximos años.
PRODUCCIÓN NORMAL
El director general de operaciones Xstrata Perú, Luis Rivera, afirmó más temprano a Reuters que, pese al bloqueo, la mina produce con normalidad y que avanza en el desarrollo de su proyecto Antapaccay de 1.470 millones de dólares, vital para alargar el período de vida de la minera Tintaya.
«Estamos restringidos en el transporte de concentrados obviamente por el bloqueo de carreteras», dijo el ejecutivo.
«Sin embargo, tenemos stock en el puerto y nuestra producción se está ‘stockeando’ en la mina (…) por ahora nuestros embarques no están en peligro», agregó.
Tintaya transporta desde Espinar su mineral por carretera hacia el puerto Matarani en la costa del Océano Pacífico.
Rivera dijo que actualmente Tintaya aporta a la provincia de Espinar un 3 por ciento de sus utilidades antes de impuestos por un convenio con el Gobierno; además de otros aportes como el impuesto a la renta, canon y regalías mineras.
El ejecutivo precisó que los dirigentes de Espinar piden que el aporte de sus utilidades se eleve a un 30 por ciento, pese a que no se gasta en proyectos el dinero recaudado para la zona.
«El presupuesto municipal de la provincia de Espinar fue de unos 190 millones de soles anuales (unos 70 millones de dólares) en el 2011 y su eficiencia de gasto es de sólo el 30 por ciento y piden más dinero», afirmó Rivera.
«Somos una operación de ciclo cerrado y no arrojamos vertimiento al medio ambiente y cumplimos perfectamente todos los requerimientos de la legislación nacional», señaló.
PROYECTOS EN MARCHA
Xstrata Copper produce aproximadamente unas 90.000 toneladas de cobre al año en Tintaya, mina cuyo ciclo de vida culmina en el 2014. Por ello la firma desarrolla el proyecto Antapaccay que alargará la producción de la empresa hasta más allá del 2030.
Antapaccay producirá 160.000 toneladas de cobre anuales, con lo cual el suministro de la firma crecería en un 60 por ciento.
«Estamos ya cerrando la construcción (de Antapaccay) y el avance total del proyecto es de más del 75 por ciento de obras, debería estar operando a fines de agosto de este año, por ahora la fecha (de inicio de operaciones) se mantiene normal», dijo.
Xstrata Copper tiene además en sus manos en Perú el gigantesco proyecto de cobre Las Bambas, de unos 4.200 millones de dólares de inversión, ubicado en la región de Apurimac en los andes centrales del país andino y vecino al Cusco.
Las Bambas produciría desde el tercer trimestre del 2014 unas 400.000 toneladas de cobre anuales durante los primeros nueve años de la mina, según los planes de la compañía.
Una vez en producción, según analistas, la mina elevaría en un 30 por ciento la producción cuprífera de Perú.
«Las Bambas está a nivel de ingeniería, obviamente cualquier disturbio, ruido en la zona tiene una afectación a todos los proyectos de la región del sur de Perú», dijo Rivera.
Foto: La República