El último de los once rinocerontes negros, una especie en peligro de extinción, que fueron trasladados hace un mes al parque natural de Tsavo Este, el mayor de Kenia, ha muerto, informan medios locales reseñados por Antena 3.
Los once rinocerontes fueron llevados a principios de julio desde el lago Nakuru y desde el Nairobi National Park al parque de Tsavo Este, dentro de un plan en el que participó el Fondo Mundial para la Naturaleza y cuyo objetivo era crear espacios más seguros para estos animales en un hábitat adecuado.
La muerte de los rinocerontes poco después de su traslado ha generado fuertes críticas hacia el Servicio de Conservación de la Flora y Fauna Salvajes de Kenia (KWS), encargado del transporte, y el ministro de Turismo, Najib Balala.
Estos animales comenzaron a morir apenas una semana después de llegar a Tsavo Este. Las organizaciones ecologistas y de protección de animales consideran que la relocalización de especies para su conservación es importante, a pesar de lo complejo de la misión, y se muestran sorprendidas por las muertes de estos rinocerontes negros, por lo que piden que se investiguen las causas de ello.
El KWS y el Ministerio de Turismo se han culpado mutuamente del traslado y de quién tiene la responsabilidad de las muertes de los ejemplares de esta especie en peligro de extinción.
Agua mortal
Lamentablemente los planes de reploblar la zona con los animales en peligro de extinción no pudo concretarse, debido a que los animales comenzaron a tomar agua con los altos niveles de sal; los rinocerótidos sintieron que tenían más sed, por lo que se repitió el ciclo hasta que terminaron con úlceras gástricas, deshidratación severa e infecciones respiratorias