El ex jefe de construcciones de la compañía telefónica, Gabriel Fontecilla, efectuaba cobros excesivos de instalación y/o reparación de antenas de celular, emitiendo facturas a precios “inflados” y distribuyendo la diferencia con empresas subcontratistas, tales como Milano, Pulgar, Nueva Casa, Caviares Arquitectos, Constructora Alfonso Ramírez (C. A. R.), entre otras encargadas de estas labores, que muchas veces no se realizaban, pero que de igual forma emitían boletas a nombre de Claro para que cancelara el ilícito.
Esta alza artificial se traspasa a los más de cinco millones de usuarios de la empresa de telefonía móvil, quienes pagan hasta un 20% más por los planes y servicios que ofrece. Además, las antenas no reparadas provocan que disminuya la cobertura de señal en distintas zonas del país. En México, a través de la matriz América Móvil, su dueño a nivel mundial y el hombre más rico del mundo, Carlos Slim, ignora esta supuesta colusión.
Seguramente, nadie pensaría que la empresa de telecomunicaciones, Claro- filial en Chile de la compañía mexicana América Móvil, ligada al Grupo Carson, cuyo dueño es el hombre más rico del mundo, Carlos Slim- fue víctima de estafa y que dicha irregularidad repercute en los bolsillos de sus clientes.
Esta firma, la misma que usa la imagen publicitaria de Don Francisco y Cecilia Boloco para potenciar su marca en el país, está envuelta en un escándalo de proporciones.
De acuerdo con información entregada de forma exclusiva a la Agencia de Noticias Chile Te Cuida, existen tres demandas en contra de esta compañía y de algunas de sus subcontratistas por no realizar trabajos requeridos de instalación y/o reparación de antenas de celulares en distintos sitios del país. Labores por las cuales un ejecutivo de la misma empresa telefónica efectuaba cobros excesivos que se traducían en sobresueldos para él y gerentes de las firmas mandatadas, que finalmente cancelaba Claro y cuyo costo se traspasaba a las cuentas de sus clientes chilenos.
En esta especie de colusión estarían involucrados, según nuestra fuente, ejecutivos de alto rango, como podrían ser el gerente general, Gerardo Muñoz; el gerente de la división de ingeniería e implementación, Patricio Oldecker; el mayor implicado, el ex jefe de construcciones de Claro, Gabriel Fontecilla; entre otros ejecutivos. El fraude le significaría a la compañía una pérdida de más de US$ 50 millones.
ABULTAMIENTO DE CUBICACIÓN
De acuerdo con antecedentes proporcionados a esta agencia, Fontecilla defraudó a Claro mediante el abultamiento de cubicación (detalles de materiales de obras usados en instalación y/o reparación de antenas de celulares), informando trabajos nunca realizados con subcontratistas e inflando los costos de facturas hacia la compañía, de empresas tales como Milano, Pulgar, Caviares Arquitectos, Constructora Alfonso Ramírez (C. A. R.), Nueva Casa y otras.
Fontecilla emitía facturas sobrevaloradas, con el fin de cobrar más dinero del precio real para quedarse con la diferencia él y otros ejecutivos de menor rango dentro de Claro, además de ejecutivos de las subcontratistas.
A inversiones Nueva Casa, por ejemplo, sin ser ésta contratista de la firma telefónica, le cancelaron cuatro facturas con un total de $160 millones, de los cuales se emplearon sólo $50 millones para efectuar los trabajos y el resto del saldo quedó en manos de los ejecutivos, como el gerente de esa sociedad, Osvaldo Parra, quien ya había sido sentenciado por otra estafa, plantación ilegal de drogas y otros ilícitos.
Al respecto, cabe preguntarse ¿Cómo es posible que el gerente de pago de Claro autorizara dicha transacción? Es extraño que el jefe de división de ingeniería e implementación, Patricio Oldecker, no supiera de aquello y haya permitido la cancelación inmediata de la factura.
AUMENTO DE COSTOS
En los lugares donde, supuestamente, se debían reparar o instalar antenas, estos trabajos no se realizaban o simplemente se abultaba los informes de las instalaciones para cobrar más por este servicio.
Así, Fontecilla se asociaba con estas empresas subcontratistas para obtener más dinero. Esta irregularidad viene ocurriendo desde el año 2005, según nuestra fuente, pero estima que seguirá sucediendo mientras Slim no se entere y tome cartas en el asunto.
El engaño que hizo Fontecilla de su propia empresa encareciendo las facturas que emitía, tiene repercusiones en la gente. El fraude se traduce, en que en las zonas donde no se realizaban las reparaciones existe mala cobertura del servicio, con una baja o nula señal para clientes móviles o servicios de internet, lo que aumenta los reclamos y deriva en la baja de su número de abonados.
Pero lo más grave es lo siguiente: el aumento en más de 20% de las cuentas de los clientes Claro, dado que esa subida artificial de los precios de reparación de antenas se traspasa a los usuarios, quienes pagan más por los mismos servicios que contratan.
DESVINCULACIÓN ARBITRARIA
A dos ejecutivos de Claro los despidieron cuando trataron de informar sobre este ilícito a América Móvil en México.
El encargado de control de fraude, Miguel Lertora, estuvo a punto de enviar un mail a gerentes de su área en el país azteca y al propio Slim para dar cuenta del fraude, pero en febrero lo desvincularon y le requisaron su computadora portátil, donde archivaba las pruebas del ilícito en su disco duro, a través de un informe que destapa la situación.
Misma suerte corrió, el gerente del área legal de la compañía, Ricardo Guebaguer, quien cuando supo de este hecho quiso divulgarlo, pero en diciembre del año pasado prescindieron de sus servicios.
Es decir, estas personas coincidentemente ya no siguen en Claro. Lo más probable es que el gerente general, Gerardo Muñoz, y Patricio Oldecker, al tomar conocimiento de la existencia del informe y de que se pretendía dar a conocer el hecho en México, optaron por despedir a estos ejecutivos, ocultando así estos ilícitos para mantenerse en el cargo.
A principios de año a Gabriel Fontecilla, en tanto, también lo desvincularon de Claro por fraude. Sin embargo, continúa laborando indirectamente para la compañía, ya que hoy tiene un cargo similar en la empresa constructora, Caviares Arquitectos, -misma que patentó en el año 2000 la idea de mimetizar antenas de celulares con forma de palmeras-, por lo que continuaría realizando este ilícito, pero ahora desde fuera con el contacto que aún mantiene con su ex equipo de trabajo, tal como nos indica nuestra fuente.
EMPRESA EN AUGE
A diciembre de 2011, según datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), Claro poseía en Chile 5.163.199 de clientes abonados, con el 23,05% del mercado. Sólo con la modalidad de móviles prepago los usuarios que tienen superan los cuatro millones.
Cifra que aumentó con la entrada en vigencia de la portabilidad numérica, puesto que desde enero del 2012 obtuvo más de 150.000 clientes nuevos, siendo la empresa que más usuario ha sumado a su red en los últimos meses. Sólo en mayo, recibió el 38,7% de las portaciones móviles con 10.395 nuevos suscriptores.
Misma empresa del holding América Móvil, que a marzo de 2012 reportó ganancias por más US$ 2.548 millones, sumando la operación de Telmex que también pertenece a Slim.
De acuerdo a cifras de la Subtel, existen más de 6.200 antenas para teléfonos celulares instaladas en todo Chile, de las cuales unas 2.900 se ubican en la Región Metropolitana. Claro posee 1.466 antenas, y espera aumentar su número este año.
Sin embargo, con la entrada en vigencia de la nueva Ley de Antenas de Telefonía Móvil aprobada recientemente en el Congreso, muchas de estas antenas ya instaladas vulnerarían la normativa, dado que sobrepasarían la altura permitida de 12 metros, no estarían camufladas y los dispositivos extra que se colocaron en muchas de ellas emitirían mayor radiación de la autorizada.
Además, como la ley faculta a los vecinos presentar propuestas de sitios de instalación, ellos podrían solicitar a los Concejos Municipales respectivos la reubicación de antenas a otra zona que armonicen mejor con el entorno y tengan un menor impacto urbanístico.
Este fraude financiero podría estar afectando también a otras compañías de la competencia como Entel, que posee más de 1800 antenas, y Movistar que cuenta con alrededor de 1900, porque requerirían los servicios de estas mismas empresas subcontratistas.
Por Gabriel Angulo González
Agencia Chile Te Cuida
El Ciudadano