Centenares de vacas que pretendían tomar un poco de agua rodearon un camión cisterna en el estado australiano de Nueva Gales del Sur, sobre el que se abate una sequía histórica.
Las imágenes fueron compartidas por el medio local News.com.au. según datos de la Universidad de Melbourne, esta es una de las sequías más fuerte que ha experimentado Australia en los últimos cuatro siglos. La ausencia de lluvias en invierno afectó gravemente a los ganaderos y agricultores australianos.
De acuerdo con el medio, los granjeros se ven obligados a conducir el ganado a decenas de kilómetros debido a los problemas de suministro de agua. Aun así, los animales siguen muriendo de sed. Tanto las autoridades del país, como los medios y las organizaciones sociales, prestan apoyo financiero a los ganaderos locales.
Una cuarta parte de la producción agrícola de Australia se cultiva en Nueva Gales del Sur. El gobierno estatal ofreció más de 1.000 millones de dólares australianos en fondos de emergencia a los agricultores. La Oficina Australiana de Meteorología dice, además, que algunas partes de Australia experimentaron el segundo verano más cálido (diciembre-febrero) y acaban de pasar por uno de los otoños e inviernos más secos y cálidos (marzo-mayo y junio-julio).
Finalmente, según el Departamento de Industrias Primarias, la sequía, que ha dejado más del 95% de Nueva Gales del Sur devastada, no tiene final a la vista.
El noroeste de Nueva Gales del Sur casi no llueve desde 2010. Es la peor sequía en la historia y barre partes del este de Australia. Por eso, los agricultores luchan para hacerle frente aunque tienen incertidumbre sobre el futuro.