El viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal al-Miqdad, en conferencia de prensa, denunció que los países árabes han ayudado a los grupos armados ilegales para destruir a Siria. “Los países árabes, que ya conocemos, han proporcionado ayuda por un valor de 137 mil millones de dólares a los grupos armados ilegales con el fin de destruir Siria”.
Asimismo, insistió en la necesidad de reactivar la economía y reconstruir a Siria para que todos puedan regresar. El alto funcionario también indicó que Damasco logró resistir ante sus enemigos debido al espíritu y coraje de los sirios, así como al apoyo del Gobierno de Rusia, presidido por Vladimir Putin.
Desde 2001, año en que inició la guerra en Siria, Damasco ha acusado en reiteradas ocasiones -y con pruebas en mano- a ciertos países regionales y occidentales de proveer apoyo a los grupos extremistas que buscan derrocar al presidente Bashar al-Assad.
En esta misma línea, el embajador sirio ante la ONU, Bashar al-Yafari, denunció que ciertos países, entre ellos Arabia Saudí, Catar, Estados Unidos, Reino Unido, Israel y Francia, gastan miles de millones de dólares cada año con el fin de adquirir armas y equipos militares para el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham), vinculado a Al-Qaeda, que operan en Siria.
Pese a la abundancia de apoyo internacional a los grupos armados y terroristas en Siria, el Gobierno de Damasco ha conseguido recuperar el control de la amplia mayoría de las zonas del país.
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