Asesinan a líder indígena en la Amazonía brasileña por su lucha contra las madereras

Jorginho Guajajara, líder de la etnia indígena Guajajara, fue asesinado la semana pasada en una reserva de la Amazonía brasileña situada en el estado de Marañao, según informaron este miércoles hoy organizaciones no gubernamentales que sospechan que madereros ilegales están detrás del crimen.

El cuerpo de Jorginho Guajajara fue hallado el pasado domingo 12 de agosto junto a un arroyo en una carretera que bordeaba la reserva indígena Arariboia, atribuida a los Guajajara y víctima frecuente de la incursión de madereros ilegales.

Jorginho, que era cacique de su aldea, se encontraba en una ciudad en la que, según relatos de miembros de su comunidad, los no indígenas deben estar en sus casas como máximo a las diez de la noche, so pena de ser atacados por mafias madereras. Su cuerpo, según relatos a la ONG Survival Internacional, la víctima mostraba signos de violencia en el cuello.

Opuesto al expolio maderero y natural de la reserva, situada en una zona del extremo noreste de la Amazonía, Jorginho formaba parte de un grupo indígena que en los últimos años destacó en Brasil e internacionalmente por combatir por cuenta propia la entrada de madereros.

Así, camiones destinados a transportar troncos de árboles centenarios y motosierras eran comúnmente incendiados por los Guajajara dentro de su reserva, mientras los madereros eran maniatados y entregados a las autoridades.

Esta actividad provocó que, según cálculos de los propios indígenas Guajajara, cerca de 80 miembros de la comunidad hayan sido asesinados desde el año 2000.

Violencia contra los pueblos originarios

Con 57 homicidios en 2017, desde hace varios años, Brasil es el país donde más ecologistas, indígenas y defensores de campesinos sin tierra mueren de forma violenta, según la organización no gubernamental británica Global Witness.

Aunque la lucha por la tierra se extiende por toda la nación, la Amazonía es la región que contribuye más que ninguna otra a que el gigante suramericano lidere, año tras año, esta triste lista.

Brasil es un país donde expertos estiman que son millones las hectáreas de tierra pública apropiada ilícitamente por grandes empresas e influyentes rancheros con el objetivo de producir soya o pasto para ganado.