La crecida del río Raganello del parque nacional del Pollino en la región Calabria, específicamente en la provincia Cosenza, al sur de Italia, dejó al menos diez personas fallecidas (seis mujeres y cuatro hombres) que se encontraban realizando una excursión, mientras otras cinco permanecen desaparecidas.
Entre los muertos se encuentra una chica de 14 años. Otro fue identificado como Antonio De Rasis, un experimentado guía de la zona que durante años ha llevado a los visitantes a descubrir el río. Todos formaban parte de dos grupos a los que sorprendió el mal tiempo.
En total, los equipos de socorro pudieron salvar a 23 personas que quedaron atrapadas, uno es un niño con hipotermia que tuvo que ser trasladado en estado grave al hospital de la localidad.
El accidente se produjo cerca de la comunidad de Civita. Las fuertes lluvias hicieron subir al río en la garganta, por lo que las personas se vieron sorprendidas por el curso alto del agua y fueron arrastradas por la corriente. Algunas lograron aferrarse a las rocas, reseña Clarín.
Protección Civil confirmó que una de las víctimas murió en el hospital, mientras que los demás cuerpos habían sido recuperados por los funcionarios. Asimismo, informaron que el número de desaparecidos podría ser mayor, debido a que había varios grupos de excursionistas visitando esta zona.
Además, la crecida del torrente por las fuertes lluvias causó también once heridos, de los cuales los más graves fueron ingresados en los hospitales de Consenza y el resto en la ciudad de Castrovillari, detallan los medios de comunicación local.
Trascendió que la mayoría de los excursionistas afectados pertenecían a dos grupos que procedían de la región norteña de Lombardía.
Las tormentas, las fuertes lluvias y el viento que estos días están golpeando la región provocaron la crecida del lecho del Raganello y algunas personas quedaron atrapadas en las rocas y otras en el monte conocido como «Puente del Diablo«. En las gargantas de Raganello hay varios recovecos y espolones en los que algunos de los excursionistas pueden haberse refugiado.
«Era imposible que se dieran cuenta del peligro»
Las gargantas del río Raganello forman un área natural protegida que se extiende a lo largo de 1.600 hectáreas y un cañón de 13 kilómetros de longitud -que está lleno de paredes rocosas que en algunos tramos rozan los 600 metros de alto-, por donde a diario pasan decenas de turistas y excursionistas para hacer senderismo o practicar deportes acuáticos como el rafting.
Luca Franzese, responsable del equipo de rescate alpino, recordó que durante el verano esta zona es una de las atracciones más visitadas por numerosos turistas, «pero las crecidas del torrente se dan solo en invierno y nunca había pasado en esta época del año».
«Era imposible que se dieran cuenta del peligro porque en esa zona no estaba ni lloviendo», añadió Franzese.
Tras el temporal, que duró varias horas, las condiciones meteorológicas mejoraron en la zona, y el caudal del torrente, después de la crecida descendió. Los equipos de rescate continúan las tareas de salvamento.
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