Tras la rebelión interna que acabó con el liderazgo de Malcolm Turnbull en el conservador Partido Liberal y en la jefatura del Gobierno. Scott Morrison asumió el mandato, un convencido contrario a la igualdad de todas las parejas en el acceso al matrimonio.
El nuevo primer ministro intentó introducir una enmienda discriminatoria durante la tramitación del proyecto de ley que abrió el matrimonio a las parejas del mismo sexo y fue uno de los siete representantes de su partido que se abstuvo en la votación final de la medida, en diciembre del año pasado.
Scott Morrison, quien asumió como primer ministro el viernes pasado, no ha sido bien acogido por la comunidad LGTB australiana, por su historial contrario a la igualdad. Morrison pertenece, al igual que exprimer ministro Tony Abbott, al ala más conservadora del Partido Liberal. Abbott fue relevado de su cargo en 2015 por Malcolm Turnbull, favorable al matrimonio igualitario.
Temen retroceso
Para la comunidad LGTB, el mandato de Turnbull se caracterizó precisamente por la apertura del matrimonio a todas las parejas, medida que requirió de una gran cantidad de tiempo y esfuerzo. La causa principal, la resistencia del exprimer ministro en realizar un referéndum entre la población para evaluar el apoyo a la igualdad. Finalmente, la consulta postal dio un contundente apoyo que permitió materializar la aprobación del matrimonio igualitario por la Cámara de Representantes en diciembre del año pasado.
No obstante, ahora con Morrison, regresa al poder la facción más derechista de los liberales. El nuevo primer ministro, miembro de una iglesia pentecostal, ha argumentado su oposición a la igualdad matrimonial en la defensa del derecho a discriminar escudándose en motivos religiosos.
Además, en el transcurso del largo debate sobre el matrimonio igualitario salió en defensa de los homofóbicos que, según él, habrían sido víctimas del «odio e intolerancia».
Asimismo, durante la discusión parlamentaria del proyecto de ley, Morrison presentó una enmienda que permitiera a los padres retirar a sus hijos de las clases en las que se hablara de matrimonio igualitario. Su propuesta no fue aprobada y Morrison, junto a otros seis representantes liberales (entre ellos también Tony Abbott), se abstuvo de la votación final. Solo un miembro del grupo parlamentario votó en contra, mientras que 35 dijeron «sí».
Los colectivos LGTB han expresado su preocupación por la elección de Morrison como primer ministro, en particular por la posibilidad de que se introduzcan leyes de «libertad religiosa» que en la práctica permitan la discriminación legal de la comunidad.
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