Los feligreses del municipio colombiano de Soledad protestaron por el «maquillaje» que le pusieron a San Antonio de Padua, patrono de la región, tras su restauración, ya que consideran que la figura ahora tiene «rasgos gay».
La obra, que se encuentra ubicada en la iglesia principal, fue duramente criticada, pues consideran que la pintura que le aplicaron lo hace lucir como «homosexual».
Hasta el momento se desconoce quién fue el artista de la restauración, pero la imagen que tiene el santo patrono del municipio ha generado polémica, ya que es un patrimonio cultural.
El rostro de la estatua fue reconstruido porque estaba deteriorado. «Ya no es el mismo patrono al que le he orado durante los últimos 12 años […] se pasaron de sombra, rubor y brillo en los labios. Se ve afeminado«, dijo a Caracol Radio una creyente.
La restauración tuvo un costo de 328 dólares, abonados por la misma iglesia. Los artistas plásticos manifestaron que el proceso incluiría una técnica en policromada al óleo que no trabajaría ninguna persona en la Costa Caribe, indicó una fuente por confirmar de Infobae.
«Las decisiones que se tomen sobre el patrimonio cultural no pueden ser tomadas por una sola institución, ya que pasó de ser un asunto exclusivo de expertos para convertirse en un compromiso y una responsabilidad de todos los colombianos», escribió en Twitter Juan Camilo Duque, restaurador de obras de Soledad.
Esta no es la primera vez que una obra pierde su esencia con una restauración. El caso más conocido fue el Ecce homo, cuando una pintura de los años veinte del siglo pasado de Elías García Martínez, ubicada en Borja, España, fue restaurada por una pintora aficionada y cambió completamente el rostro de Cristo.