En un anunciado gesto unilateral de paz, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) entregó a tres efectivos militares que mantenía secuestrados, a una comisión humanitaria compuesta por la Defensoría del Pueblo y la Conferencia Episcopal.
Se trata de los soldados Orlando Yair Vega Díaz, Juan Pablo Rojas Ovando, Eduardo Caro Bañol, pertenecientes al grupo de caballería mecanizado Gabriel Revéiz Pizarro del Ejército colombiano. Los militares estaban en poder del ELN desde el pasado 8 de agosto de 2018.
Según las autoridades colombianas, los uniformados habían sido secuestrados en la zona rural del municipio de Fortul, en el departamento de Arauca (centrooriente), cuando se encontraban de permiso, vistiendo prendas de civil y sin armamento.
Desde que se conoció el plagio, la delegación de paz del ELN confirmó ser el autor del secuestro y pidió la conformación de una Comisión humanitaria integrada por la ONU, la Iglesia Católica, garantes y delegados del gobierno y de esta guerrilla, para permitir la pronta liberación de los secuestrados. Luego, tras varios comunicados en los que aseguró que los quería liberar, anunció que lo iba a hacer por su propia cuenta.
El pasado 4 de septiembre, el ELN dijo que iba a liberar a las nueve personas que mantiene secuestradas hace un mes en Colombia, pese a que no hay un acuerdo con el Gobierno.
«Hemos decidido realizar las liberaciones por nuestra propia cuenta, a riesgo de no contar con las condiciones mínimas para que estas operaciones humanitarias puedan tener el mejor desenlace», dijo su dirección nacional en un comunicado. Esta liberación se dio antes que se cumpliera el plazo que dio el presidente Iván Duque para que libere los 20 secuestrados en su poder.
El Ejército de Liberación Nacional es la única organización guerrillera que se mantiene activa en Colombia. Actualmente mantiene una delegación de paz en La Habana (Cuba), a la espera del inicio de conversaciones de paz con el gobierno de Duque.