La doctora Katy Williams, de 35 años, y su hijo de 3, estaban esperando la llegada de su esposo, Sam Williams, quien realizaba su recorrido en las colinas que rodean una reserva natural Blyde Wildlife Estate, cerca de Hoedspruit (Sudáfrica), cuando fue atacada por una jirafa.
Sam Williams les salvó la vida al encontrarlos bañados en sangre, mientras eran atacados, con fuertes mordiscos, por el animal enfurecido, indica The Mirror.
Fue entonces cuando puso en práctica sus conocimientos y varios recursos para ahuyentar al mamífero.
Se presume que el ataque se dio porque cerca del animal se encontraba una cría de dos meses, situación que la hizo sentir nerviosa y amenazada, por lo que reaccionó de esta manera.
#World British scientist's family fighting for their lives after being attacked by giraffe at South African game reserve https://t.co/hnfsWWD8kH https://t.co/QtpOuvYUHW pic.twitter.com/m43PWWWALo
— 🔽…just @Sussex_Jones 🔽 (@Sussex_Jones) September 6, 2018
Hasta el momento se desconoce la evolución de los afectados, pero se sabe que ambos luchan por sus vidas en un hospital tras ser mordidos brutalmente.
Por lo general, las jirafas son animales tímidos que evitan los enfrentamientos. Sin embargo, si se ven acorralados o amenazados, o si ven en peligro sus crías, dan coces que pueden llegar a ser mortales dado el peso y la fuerza de sus miembros.
Con respecto a sus dimensiones y peso, su cuerpo mide entre 3,8 y 4,7 metros, la cola oscila entre 78 y 100 centímetros. Los machos son más altos que las hembras y suelen pesar entre 1192- 1600 kg. Por su parte, las hembras suelen pesar unos 750- 825 kg.