Un grupo de investigadores italianos utilizó una variación de las cartas de Ishihara para determinar la visión a color de los perros, una prueba que consiste en una serie de círculos con puntos de colores y tamaños aleatorios.
El equipo liderado por Marcello Siniscalchi, profesor en el Departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de Bari, explicó que en los humanos estas prueban con puntos se realizan para distinguir un número y, en el caso de los perros para distinguir gato corriendo.
Al mostrar el gato en un rojo brillante sobre un fondo de puntos verdes, la mayoría de los perros lo notaron de inmediato. Sin embargo, cuando el contraste era menor, rojo oscuro por ejemplo, muchos de los perros no notaron al felino.
En el experimento participó una muestra pequeña de perros de raza pura y perros de raza mixta, así que los resultados deben ser confirmados en una muestra más grande.
Otro estudio
Aunque también con una muestra pequeña, profesionales aseguran que hay indicios para pensar que bajo condiciones de iluminación natural, los perros también usan los colores para diferenciar objetos y no solo el contraste y el brillo.
En este sentido, investigadores rusos diseñaron una prueba basada en cuatro hojas de papel de distintos colores. De esta manera, los perros podrían diferenciar los papeles de dos formas diferentes: claros y oscuros o azules y amarillos.
Durante la fase de entrenamiento, utilizaron dos papeles que diferían en color y brillo: amarillo oscuro y otro azul claro o un papel amarillo claro y otro azul oscuro; y colocaron frente a cada uno una caja con un trozo de carne cruda. Sólo una de las cajas se abría y en esa usaban siempre el mismo papel.
Los perros tenían un solo intento para decidir qué caja abrir. Los canes aprendieron a elegir rutinariamente la caja correcta, lo que demostró que habían sido entrenados para asociar una caja de comida con uno de los papeles en específico.
Luego, los investigadores cambiaron las cosas, cuando los perros habían aprendido que la caja que se abría era la del papel amarillo oscuro, le dieron dos nuevas opciones: azul oscuro o amarillo claro.
Si el perro abría la caja del papel azul oscuro, se demostraba que había basado su entrenamiento original en el brillo, pero si elegía la del papel amarillo claro, el aprendizaje estaba basado en el color.
Seis de los ocho perros que participaron en el estudio eligieron la opción basada en el color el 90% de las veces.