En Venezuela, quizás en otros países de América Latina -probablemente en otros lugares del mundo-, pareciera haber quedado atrás el sueño de madres y padres, de que sus hijos vayan a la universidad y obtengan un título profesional de médico, abogado o ingeniero.
En el caso de Venezuela un número cada vez mayor de madres y padres de esta época sueñan que sus hijos se conviertan en peloteros (jugadores de béisbol) y lleguen a las Grandes Ligas, el béisbol organizado de los Estados Unidos (EEUU); otros al fútbol internacional, si es el europeo mejor.
Para las niñas, particularmente, algunas madres y padres sueñan que sus hijas se vuelvan «reinas de belleza» y que lleguen al Miss Venezuela, el Miss Universo o cualquier otro de estos prestigiosos certámenes internacionales, para luego dedicarse al modelaje o carreras vinculadas al espectáculo.
Esta realidad venezolana se captó en el Mini Venezuela 2018, que se realizó en Barquisimeto, ciudad del centro-occidente venezolano situada a 365 kilómetros de Caracas, desde el pasado lunes 2 de septiembre hasta este 8 de septiembre en el Centro Comercial Las Trinitarias de la mencionada urbe.
En el evento intervinieron 31 niñas y adolescentes en las categorías “Baby”, “Teen”, “Pre-Teen” y “Mini” Venezuela. Esta organización, el Mini Venezuela, “es una oportunidad de las jóvenes de ser ‘reinas’”, aseveró Kenny Arias, coordinadora de la estructura organizativa del concurso en el estado Aragua, en el centro costero venezolano, una de las franquicias de la organización en el país suramericano.
En «nuestra organización comenzamos a preparar a las niñas desde los 4 años de edad», dijo Arias durante la presentación de la prensa de las 31 candidatas, evento que se celebró en el centro comercial mencionado, de la “ciudad musical” de Venezuela, como se le conoce a Barquisimeto.
«En el Mini Venezuela nos encargamos de hacer reinas en categorías muy pequeñas, desde ‘baby’ hasta la categoría ‘teen’, ‘pre-teen’ y ‘mini’, aunque también recibimos a jóvenes hasta los 20 años de edad», aseveró Arias.
Señaló, con orgullo, que «muchas de nuestras niñas han sido, en etapa de adultas, candidatas del Miss Venezuela, y otros concursos internacionales. Una de ellas es Mariam Habach, que ganó el Miss Venezuela en el 2015 y representó a la nación andina en el Miss Universo.
Venezuela es el país de América Latina y el segundo del mundo (detrás de los EE.UU) que ha ganado en más oportunidades (7 veces) este último concurso mencionado, incluso tiene un “back to back”, único en este concurso cuando Dayana Mendonza en el 2008 le entregó la corona a Stefanía Fernández (2009).
También ha logrado seis virreinas y ha pasado a semifinales en 39 ocasiones. “Somos una país de mujeres hermosas, así nos han caracterizado y toda niña venezolana que nace, por lo menos una gran cantidad de ellas, quiere ser una reina de belleza», enfatizó Arias.
En esta premisa y en los éxitos que ha obtenido el país suramericano en eventos internacionales, cada vez más niñas y jóvenes, sus madres y padres, aspiran a que sus hijas sean «reinas de belleza».
Igual sucede, pero en el caso de los varones, con los deportes, especialmente el béisbol y el fútbol, también el baloncesto.
En Venezuela crece, cada vez más, el número de jóvenes que se preparan para ser jugadores profesionales del béisbol y del fútbol, alentados por sus padres, que sueñan verlos en los campos de béisbol de los Estados Unidos (EE.UU) y de fútbol de Europa.
Venezuela es el segundo país, fuera de los EE.UU, que aporta en la actualidad la mayor cantidad de peloteros (74), detrás de República Dominicana, destacan los portales de noticias deportivas.
En la lista de ambos países latinoamericanos se encuentran jugadores de gran clase como es el caso del segunda base venezolano José Altuve, Jugador Más Valioso (JMV) de la Liga Americana y hombre franquicia con los Astros de Houston, actuales campeones de la Serie Mundial.
Todos los días, en las calles de Venezuela, puede observarse madres y padres que llevan agarrados de las manos a sus niños, a los campos de béisbol y de fútbol; también se observan a los adolescentes caminar en grupo en las mañanas y tardes, ir en lugar de la universidad a los campos deportivos, para prepararse como profesionales del béisbol y del fútbol. Sueñan con ser grandes peloteros y futbolistas.
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