La ministra de Defensa de España, Margarita Robles, indicó que el contrato armamentista establecido con Arabia Saudí se encuentra “en fase de estudio”, esto con el objetivo de mantener una buena relación diplomática entre ambas naciones y evitar conflictos entre Riad y Madrid.
Robles declaró que el contrato de venta de 400 bombas guiadas por láser se estudiará desde una perspectiva de rigor, con ánimo de resolverlo de manera amistosa, debido a que España anunció que paraba la venta por la que Riad ya había pagado 9,2 millones de euros, hecho que ocasionó un breve impase diplomático.
Por otra parte, la Ministra declaró ante el Senado que el contrato de los cinco buques de guerra no corre peligro y no está vinculado a ningún otro convenio.
El origen y los contratos en riesgo
La presunta decisión de paralizar dicho contrato surgió luego de que, en agosto, muchos niños fallecieran en Yemen, como consecuencia de los bombardeos de una coalición regional liderada por Arabia Saudí.
Recientemente, el tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, y el metro de Riad también son negociaciones producto de unas concesiones atribuidas en parte a la buena sintonía entre las respectivas familias reales, los Saud y los Borbones.
Factores opositores a las negociaciones
Las organizaciones de defensa de derechos humanos, mejor conocidas como ONG, se han opuesto a que España venda armas a Arabia Saudí, bajo el indicio del uso de bombas contra civiles en la guerra de Yemen.
Otra ONG que se pronunció fue Amnistía Internacional, a través de su portavoz Alberto Estévez, quien indicó: “Bombas como ésas son utilizadas en decenas de crímenes de guerra en Yemen”.
Además, Jordi Calvo, investigador del Centro Delás, de Barcelona, declaró: “Que reculen me parece esperable, por desgracia. Los gobiernos socialistas y del Partido Popular han impulsado de manera similar las exportaciones de armas, y no han cuestionado las mismas a regímenes como el saudí”.