El italiano Giusseppe Ottaviani se ha proclamado campeón del mundo de longitud, pero su mérito es que lo ha hecho con 102 años.
A su edad, este abuelo sigue siendo un deportista, corre, salta y practica 11 disciplinas del atletismo.
Cumplió los 102 años el 20 de mayo y además de practicar el deporte, ejerce como sastre italiano.
En marzo de este año, el experimentado atleta de Sant’Ippolito, una pequeña localidad de poco más 1.500 habitantes, estuvo en el tope de los Campeonatos Europeos Masters, que se disputaron en Madrid, España.
En sus marcas, el italiano corre los 60 metros en 19.25 segundos; salta en largo 1,16 metros y en el triple, 3,27. Por último, su mejor lanzamiento de bala llegó a los 3,17 metros.
En una entrevista concedida a Marca, cuenta que “correr por el campo es lo que más me divertía cuando era más joven», a los 75 años, cuando se propuso seguir el camino de otros atletas.
«Con 95 años ganó 10 medallas en un campeonato y batió varios récords del mundo», cuenta su hijo Paolo, quien lo acompaña en todas las competiciones a las que acude y ejerce como entrenador y consejero.
Ottaviani literalmente no tiene limitaciones y afirma que quiere seguir escuchando los aplausos de los aficionados, el calor del público y sentir la adrenalina que le produce el deporte.
En su última competencia, en Málaga, se ha proclamado campeón del mundo de longitud, con una mejor marca de 0,85 metros.
Dijo que si hubiera sido la competición por la tarde, seguro que habría llegado al metro: “He tenido un nulo por poco que también estaba por encima del metro».
Este miércoles Ottaviani competirá en triple salto, una prueba muy dura para su edad y que nadie de 100 años o más se ha atrevido a realizar hasta ahora.
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