Muchas familias, inclusive personas llevan perros a sus hogares porque piensan que son tiernos, pero cuando crecen toman la decisión de abandonarlos y muchas veces lo dejan en la calle, sin importar el paradero del animal.
Un hecho lamentable vivió una hermosa perrita pit bull abandonada en el refugio de animales, pues su dueño ya no la quería y ésta había pasado demasiado tiempo en el albergue para ser adoptaba.
La intuición de la perra no falló y los encargados del albergue pensaron en sacrificarla; aunque la animal de inmediato se deprimió, la fortuna de la vida jugó a su favor, cuando Jon Patel visitó el lugar ese mismo día y al recorrer los pasillos apreció que todos los perros y gatos brincaban en sus jaulas y la pit bull estaba cabizbaja, sin querer jugar.
Patel sin dudarlo se acercó a la pit bull y esta sacando su pata derecha en medio de los aros de la celda pidió ayuda para que la salvasen de la muerte. El hombre se conmovió y de inmediato llamó a su esposa.
La linda can de color blanco y negro se convirtió desde esa vez, en un miembro más de la familia y la llamaron Ellie. “Tan pronto como la llevé a la puerta, ella estaba corriendo por todo el departamento, saltando en la cama y en el sofá”, dijo el hombre.
Nueva vida y hogar
Largos paseos, siestas placenteras, jugar con pelotas de tenis y seguir a sus dueños, son todas las actividades que realiza Ellie en su nueva vida tras superar la etapa depresiva del abandono y después, del sacrificio.
«Hasta el día de hoy, no entiendo por qué alguien la abandonaría. Es muy dulce y cariñosa. Siempre está al pendiente de ti, incluso cuando dejamos la habitación va detrás de ti para vigilar y protegerte. Nos ama y quiere estar cerca todo el tiempo», afirmó Jon Patel.
Pero, no todo es color de rosa y la vida de cualquier ser viviente no está exento de problemas, pese a que es una mascota pasiva y juguetona, muchas personas reaccionan negativamente cuando la ven.
“La gente ha cruzado la calle para evitar caminar cerca de ella porque es una pit bull. También recibimos muchas miradas de soslayo y gente que murmura sobre ella. Pero Ellie literalmente persigue mariposas todo el día. No lastimaría a nadie nunca”, acotó su mejor amigo.
Reiteró que al principio tuvo temor de llevar un perro a la casa y ahora cree que si Ellie faltase la familia «no estaría completa». Sostiene que siente mucha empatía con la can, le gusta su personalidad y disfrutar de su compañía. «Es muy cariñosa, dulce y feliz todo el tiempo”.
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