El peso ligero de la Ultimate Fighting Championship (UFC), Michael Chiesa, presentó en el distrito de Brooklyn una demanda civil contra el luchador Conor McGregor, por supuestos «graves daños personales, económicos y otras lesiones».
El irlandés es señalado por el episodio violento que protagonizó contra un autobús que transportaba un grupo de luchadores en abril de este año, cuando Chiesa tenía programada una pelea (UFC 223).
En aquel entonces, McGregor fue grabado atacando al autobús que llevaba a los peleadores del UFC en el Barclays Center.
Según divulgó TMZ, Chiesa sufrió «graves daños personales, económicos y otras lesiones», así como «grave sufrimiento emocional, trauma mental y/o daño corporal» durante el evento.
En tal sentido, Chiesa acusa a McGregor de negligencia, asalto, agresión y provocar ansiedad emocional.
En procura de recursos, Chiesa ha señalado que cree que el incidente le robó directamente la oportunidad de pelear por el titulo del UFC, ya que el requirió un reemplazo de último segundo para una pelea por el título ligero en UFC 223.
McGregor, quien tiene programada su próxima pelea el 6 de octubre, llegó a un acuerdo con la oficina del Fiscal de Distrito de Brooklyn y se declaró culpable de una violación de conducta desordenada, lo que le permitió evitar un récord criminal.
Por su parte, Chiesa tendrá su próxima pelea para subir de división en diciembre de este año y lo hará contra Carlos Condit.
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