A sus 58 años, murió el delfín más antiguo del mundo, después de vivir 47 años dentro del zoológico alemán de Tiergarten en Nuremberg. Su nombre era Moby y lo distinguía una inconfundible marca blanca en la cabeza.
Engendró 13 cachorros en los últimos años, cuatro de los cuales siguen vivos y habitan en Holanda, España y Portugal, como parte del Programa Europeo de Cría, reseñó el portal MailOnline.
Se le consideraba el alfa de la manada, incluso sus cuidadores manifestaron que actuó con autoridad natural hacia otros en el grupo. «En términos de fuerza ningún otro animal podría competir con él, hasta que alcanzó la edad de 50 años, cuando ya no fue capaz de afirmar su dominio», detallaron.
Durante los últimos años que precedieron su deceso, ocurrido el domingo, Moby se retiró socialmente de su grupo y, a menudo, se le veía jugar solo u observando desde la barrera mientras los demás se divertían.
Las enfermeras que lo cuidaron indicaron que «estaba tranquilo y relajado» durante los análisis de sangre y mientras tomaba medicamentos.
Se dieron cuenta de su muerte porque el domingo por la mañana no apareció durante la ronda de comida. Los cuidadores actuaron rápidamente y tomaron muestras para el diagnóstico, pero su condición empeoró y murió en unas pocas horas.
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