Establecimientos, hoteles y locales comerciales de la muy visitada localidad costera de Comporta en Portugal, se quejan de la escasa mano de obra con la que cuentan para operar en esta temporada de verano, una de las preferidas por turistas locales y extranjeros.
«Hay mucha escasez de mano de obra, especialmente en este momento», declaró para un informe del diario Jornal i de Lisboa, Cristina Branco, coordinadora del área educativa y cultural de la Fundación Herdade da Comporta y responsable del espacio Casa de la Cultura, en la Rua do Secador.
«La estrategia en la Casa de la Cultura y en varios negocios locales pasa por contratar universitarios de la zona. Pero eso no es solución, porque aquí la comunidad es pequeña y la población también», explicó.
Emplear extranjeros es otro plan puesto en práctica, pero en este caso otro desafío se levanta, es que «no hay forma de alojarlos, los espacios son escasos, no abundan las casas, y quien alquila prefiere arrendar por un precio más ventajoso a un turista en lugar de hacerlo a un valor más accesible para una persona que viene a trabajar».
Felipe Bandarra propietario de Colmo Bar dijo que la dificultad es grande para tener personal. «Este año tuvimos que contratar a una chica alemana, porque necesitábamos un bartender”.
Para Bandarra, la base de la coyuntura económica que experimentan está en los apoyos estatales. «El subsidio de desempleo y la renta social de inserción son una cuestión muy seria de nuestro país, y aquí se ve bien eso y es absolutamente aterrador. Es un ancla. La gente prefiere los subsidios a trabajar, y eso frena la economía», lamentó el empresario.
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