La Ley de Pesca sigue en trámite pese a las protestas protagonizadas las semanas recientes por los pescadores artesanales. “Que los peces sean propiedad de alguien, en este caso de siete familias en este país, a nosotros nos parece una absoluta aberración”- acusa Cosme Caracciolo, de la Comisión Nacional de Defensa de la Pesca, quien además visualiza que “quieren eliminarnos a pesar de que tenemos más de 10 mil años de historia”.
El pasado 17 de julio se convocó la discusión de la Ley de Pesca en la Cámara de Diputados. Acuden pocos parlamentarios y muchos representantes del sector pesquero. A medida que el debate se aplaza y delega en comisiones, las conversaciones en los pasillos y en las afueras del Congreso se hacen más interesantes que las dadas al interior.
Uno de los participantes es Cosme Caracciolo, director en Valparaíso de la Comisión Nacional de Defensa de la Pesca y ex presidente de Conapach. Cae la tarde y está chato de la maquinaria parlamentaria y, más aún del ministro de Economía. “Longueira conoce el pescado del plato no más”- ironiza.
¿Cómo llegaste a ser dirigente de los pescadores?
– Mi familia, de toda la vida, han sido pescadores artesanales: Mi abuelo, mi padre y un hijo mío que hace unos años quedó en el mar. Dan cuenta de la historia familiar que tengo, la relación con los recursos marinos, con los peces. Ahora estamos en el Parlamento porque el sector empresarial junto con muchos ministros tienen un proyecto de ley que apunta a privatizar los recursos marítimos, los peces de este país para siempre. Si los recursos pesqueros son privatizados, nuestra actividad de Pesca Artesanal deja de existir.
Un compañero de Usted ha dicho: “La Ley actual es macabra, el Proyecto de Ley también lo es. ¿Cómo se enfrentan a ella?
– El actual régimen de administración pesquera que estableció en la época de Lagos límites máximos de captura por armador, ha demostrado que un proyecto que se iba a preocupar de la sustentabilidad y de la seguridad en el empleo y otras cosas bonitas después de 10 años de sus aplicación, ninguna de estas cosas bonitas se han cumplidos. Hemos dicho al poder ejecutivo y a los empresarios: Discutamos un proyecto de ley que primero se preocupa por la sustentabilidad. La pesca de arrastre es dañina y debiera eliminarse, deberíamos implementar monitoreos permanentes, poner vedas. Las especies pesqueras no responden a nuestros calendarios, los ciclos reproductivos son distintos. No son reglas rígidas.
¿Qué saben de eso los pescadores?
– Estas cosas técnicas los pescadores las conocemos porque convivimos con los recursos pesqueros, eso nos proporciona un conocimiento empírico sin haber pasado por la universidad, sino que la experiencia misma, el trabajo nos enseña como deben ser las cosas. Que los peces sean propiedad de alguien, en este caso de siete familias en este país, a nosotros nos parece una absoluta aberración.
¿Alguna crítica a la forma cómo se han tomado las decisiones?
– Creemos que las decisiones deben tomarse de forma limpia, deben haber investigaciones que no obedezca a ningún sector de interesados y el conocimiento debe estar a disposición de todos los chilenos. Hoy está para quienes lo pagan. Nosotros no podemos acceder a información esencial para nuestro trabajo porque no tenemos el dinero para pagar su precio.
¿Se sienten las presiones políticas?
– Lo que pretende este proyecto es acabar con nuestro sector. Todas las cosas que tu estas viendo dentro del proyecto y que apuntan al control, a que nos aburramos, a que nos cansamos, a que entreguemos nuestros porcentajes a la industria, o que vayamos a la mano de obra barata para la industria. Es muy triste cuando uno empieza a analizar este proyecto, uno se da cuenta que los pescadores se van a terminar yendo. Si los registros de Pesca Artesanal están cerrados, entonces si yo tengo un hijo que quiere ser pescador no va a poder serlo porque el registro está cerrado y por esta ley se mantiene cerrado. Se está envejeciendo el patrón de Pesca Artesanal, no hay renovación. Quieren eliminarnos a pesar de que tenemos más de 10 mil años de historia.
¿Ese interés viene de donde?
– El dogmatismo económico del gobierno actual es una aberración. Quieren que un grupo de empresarios gane dinero, sin importar los costos. Nos están haciendo desaparecer como comunidad, como cultura, es impresionante la ignorancia.
¿Y qué perdería el país de aprobarse la ley?
– Creemos que Chile tiene una tremenda oportunidad con nosotros porque nosotros dependemos de los recursos pesqueros. No pescamos para enriquecernos, pescamos para vivir. Entonces, lo primero para lo que luchamos es que los peces estén siempre. No somos como la gran industria pesquera que quieren invertir dinero y después se van. Nosotros vamos a permanecer, entonces Chile, los chilenos, el gobierno, deben apuntar a nosotros. Pescamos con artes sostenibles, queremos que los recursos sean consumidos por los habitantes de este país y nosotros sabemos cuidarlos.
¿Qué acciones seguirán?
– Esta pelea va a ser como lo último, si hay que ir a la calle, si se pone feo, allí estaremos. Hasta ahora hemos sido súper calmados. En lo personal he estudiado para poder conversar con los diputados y empresarios, para sentarme en la mesa técnica con quienes toman las decisiones, hablamos con los ministros, con los empresarios, con todos. Yo dije, vamos a hacer las cosas bien para que nos entiendan y que nos escuchan.
Gwendolen Pare
El Ciudadano
LEA ADEMÁS: Polémica aprobación de la Ley de Pesca