Nueva Izquierda llama al conjunto de partidos y agrupaciones que integran el Juntos Podemos a realizar unas primaras abiertas en la que decidan el medio millón de chilenos que votan por el conglomerado el candidato presidencial del sector. También plantean constituir una mesa política descentralizada que aborde los desafíos programáticos y la formación de la plantilla parlamentaria del sector.
Poco a poco Chile va entrando en clima electoral. Crece la cobertura en los medios de comunicación, las encuestas, los ritmos partidarios, y también las conversaciones cotidianas en familias, trabajos y medios de transporte. Sebastián Piñera y Eduardo Frei han sido ungidos como candidatos presidenciales de la Alianza y la Concertación, registrándose como el momento de mayor participación en sus trayectorias recientes las reuniones regulares de las cúpulas partidarias.
Hace poco más de un mes propusimos a la izquierda toda dar un paso decisivo, fundamental y democrático: poner en manos de los chilenos y chilenas que hacen suya esta identidad, este proyecto, definir el nombre del compañero o compañera que nos representará en la disputa presidencial.
Como resulta evidente, estamos frente a una de esas situaciones en que las formas son también contenido. Efectivamente estamos hablando del método de selección del candidato presidencial único. Pero a la vez hablamos de participación, de democracia, de protagonismo popular. De construcción desde la base, de apertura de puertas, de distribución del poder.
Nos hemos guiado, como el conjunto del sector, por romper definitiva y estructuralmente con la exclusión. Para eso, vale la obviedad, hemos señalado que la inclusión es el camino, y en tal espíritu hemos conminado a los partidos políticos, movimientos, organizaciones y candidatos de izquierda a incluir a todo el pueblo de izquierda para construir juntos nuestras definiciones. Hemos propuesto, y reafirmamos, romper con la exclusión desde lo cotidiano, haciendo de las primarias la oportunidad de incluir en definiciones políticas de relevancia a las inmensas mayorías que han sido relegadas a observadores políticos pasivos de esta democracia incompleta. Hemos propuesto incluir, también, a los millones de compatriotas que no se han inscrito en los registros electorales. Eventualmente, también es posible marcar un hito en la inclusión de los chilenos que viven en el exterior.
Al levantar la convocatoria a primarias abiertas, pusimos también sobre la mesa una propuesta concreta, viable en costos, tiempos y necesidades, para llevar a cabo esa idea. Hemos compartido esa propuesta con todos, atendiendo los reparos y resolviendo las dudas. A la vez, conscientes de la responsabilidad que esto implica, y de las dificultades de nadar contracorriente en una izquierda que se ha acostumbrado a definir desde lo hermético, hemos decidido no pronunciarnos en favor de uno u otro candidato, sino en favor de invitar al pueblo de izquierda a tomar el poder en sus manos, el poder de definir qué candidato es quien mejor los representa.
Las fuerzas que sostienen el modelo ya han proclamado oficiosamente a sus abanderados. No podemos perder tiempo ni replicar sus modos de hacer: tenemos la oportunidad histórica de mostrar a Chile una izquierda diferente a las demás fuerzas políticas, una izquierda profundamente participativa y democrática. Mientras derecha y Concertación definen sus abanderados entre cuatro paredes y por descarte, mientras la política en nuestro país completa varias décadas de elitización, convocamos a las fuerzas de izquierda a cambiar la historia, a hacer del pueblo el actor con poder de decisión y construcción política.
Como dijimos el 22 de noviembre, la Izquierda es con el pueblo… o no es. Por eso, llamamos a todos nuestros compañeros a constituir ya una mesa política que pueda abordar descentralizada y paralelamente los desafíos programáticos, la formación de la plantilla parlamentaria, y la definición del mejor mecanismo para seleccionar participativa y democráticamente al candidato presidencial único de la izquierda. Para esto proponemos la constitución de un equipo técnico que aborde las propuestas existentes, derribando mitos y resolviendo las dudas que de ellas se desprendan.
Porque la izquierda real es memoria y creación democrática; es pasado, pero sobre todo futuro que se construye desde el presente, con pluralismo, diversidad, respeto y generosidad, en forma transparente a la ciudadanía, con ética, política y estética. Porque la izquierda es una opción real de Gobierno, somos más que un No a la derecha y un No más Concertación cupular. Somos un sí a las mayorías, esas de las grandes Alamedas, de los trabajadores del campo y la ciudad, de los mapuche, las mujeres y secundarios, de los subcontratistas y pequeños empresarios, de los oficinistas, universitarios, profesionales y artistas, de todas las personas de buena voluntad y sensibilidad social y medioambientalista. Demos el paso para que ellos decidan nuestro candidato único. Que el pueblo decida su futuro de la mano de una izquierda democrática.
Fraternalmente,
Movimiento Nueva Izquierda
http://www.nuevaizquierda.cl/