Durante la jornada del martes 25 de septiembre, un centenar de personas fueron atendidas en el Hospital de Adriana Cousiño por síntomas de intoxicación. Este nuevo episodio elevó a más de mil los casos de habitantes con malestares variados, como vómitos, náuseas y dolores de cabeza, en Quintero y Puchuncaví, a poco más de un mes de desatarse la crisis ambiental en ambas comunas de la región de Valparaíso.
“El diagnóstico de intoxicación lo hacemos basado en un patrón sintomático que cumpla con ciertos criterios y una cierta afluencia de gente al mismo tiempo. Lamentablemente, son gases y no podemos medirlos en la sangre”, explicó la doctora Daniela Siegmund, directora del Hospital de Quintero.
Por el lado de los afectados, una vecina de Puchuncaví, Carol Valdebenito, contó lo que vio en el establecimiento educacional al que asiste su hija. “Me llamaron del colegio para ir a buscar a mi hija y me encontré con niños desmayados y profesores con síntomas”, relató a La Tercera.
Molestia en la comunidad
Desde el pasado 21 de agosto no ha vuelto la normalidad a Quintero y Puchuncaví. La reiteración de los episodios de intoxicación masiva colmaron la paciencia de los habitantes. Mientras algunos ocuparon dependencias de la Municipalidad de Quintero, otros encararon al seremi de Salud de Valparaíso durante el pasado martes.
«Esto es inaceptable, siguen llegando niños al hospital, hasta el día de hoy no hay exámenes toxicológicos, todo se hace de palabra, queremos médicos especialistas. Lo hemos constatado en terreno, el diagnóstico lo hace un médico general”, afirmó Gerardo Sandoval, vocero de la coordinadora «Todos por Quintero”, a T13.
En tanto, un grupo de estudiantes protestó en instalaciones municipales por la situación ambiental en la denominada “zona de sacrificio”. «Se metieron con la generación equivocada. Vamos a pelear y no vamos a bajar los brazos. Las movilizaciones siguen y no van a parar. Lo más probable es que se radicalicen, ya que de forma pacífica no hemos tenido ninguna respuesta», advirtió Alexis Rojas, estudiante movilizado, según consigna Publimetro.
Por otro lado, el seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, tuvo que enfrentar el descontento ciudadano. Un grupo de manifestantes increpó duramente al secretario regional, quien fue abordado mientras estaba al interior de un vehículo. Según radio Bío Bío, mientras lo insultaban y le lanzaban monedas, le preguntaban: “¿Querí plata?”.
Señales contradictorias
También el martes, la Contraloría aprobó el decreto de alerta sanitaria para Quintero y Puchuncaví. La medida permite a la Seremi de Salud ordenar, hasta el 30 de marzo de 2019, la paralización o disminución de las faenas industriales cuando se presenten condiciones de ventilación atmosférica adversas. Esto último se verificará previo informe del Ministerio del Medio Ambiente basándose en el pronóstico meteorológico elaborado por la Dirección Meteorológica de Chile”.
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, expuso ante la comisión de Salud del Senado que los días con mala ventilación, escaso viento, humedad y baja temperatura, con presencia de vaguada costera, promueven la concentración de las emisiones nocturnas del cordón industrial en la zona. Esto significa que a primeras horas del día siguiente empeora la calidad del aire. “Las concentraciones se producen por esta acumulación y la gente se siente mal durante las primeras 12 horas de la mañana”, explicó.
La titular de Medio Ambiente indicó además que el Gobierno apoyará un proyecto de ley que establece la figura del delito ambiental, sin embargo, dio a conocer que Chile no firmará ante la ONU el Acuerdo de Escazú, iniciativa que garantiza la participación de la ciudadanía vinculante sobre proyectos y políticas que tengan impacto ambiental.