Rodrigo Cid, chileno en el 15-M: “Cambiar significaría quitarles dinero a los que ganaban y siguen ganando en la crisis”

El movimiento 15-M resurge con más fuerza gracias al “hachazo” del gobierno conservador de Mariano Rajoy al presupuesto fiscal

Rodrigo Cid, chileno en el 15-M: “Cambiar significaría quitarles dinero a los que ganaban y siguen ganando en la crisis”

Autor: Mauricio Becerra

El movimiento 15-M resurge con más fuerza gracias al “hachazo” del gobierno conservador de Mariano Rajoy al presupuesto fiscal. La reforma laboral del febrero 2012, los recortes en salud, educación y vivienda; sumados al provocador rescate financiero anunciado en junio hacen atractivas nuevamente las promesas del movimiento 15-M, que hace pocos meses luchaban con el olvido. Conozca acá la experiencia de un chileno en la Plaza del Sol:

Rodrigo es chileno, pero estudia en España. Le conocí en las marchas, las acampadas, los encierros del movimiento 15-M español. Participante desde el principio, aportó a la redacción del manifiesto del 15-M, al manual de organización social “asambleismo” y a múltiples comisiones, grupos de trabajo y actividades de los “indignados”.

Como chileno, nos mantuvo en Madrid al corriente con las movilizaciones estudiantiles chilenas: Protestas que nos inspiraban por su creatividad y coherencia. Realidad que tememos mucho al asumir  que Chile fue un laboratorio del neoliberalismo puro y descontrolado y que ahora en la agenda de los políticos europeos.

Desde su perspectiva de historiador, Rodrigo nos explica el proceso que vivió y sigue viviendo el movimiento.

¿Porqué el movimiento 15-M se declara en su manifiesto a-partidista, a-sindicalista y a-confesional?

– Porque hay una fuerte desacreditación de los partidos políticos, estos no son representativos. Los políticos no hacen lo que necesita la gente. Los dos partidos políticos grandes, la PP y el PSOE (la primera correspondería a la Alianza, el segundo correspondería a PS y mas PPD y PR en Chile) y sus políticas públicas se parecen mucho entre sí. El sistema general, independiente de las denominaciones que se le dan, no estaba llevando bien a la gente, no se estaba llegando a buen puerto. Ningún partido representa al movimiento. De estos partidos no queríamos el apoyo. Frente a la política institucionalizada se busca una nueva forma de política.

Por otra parte, el sindicalismo es subvencionado en España. Los impuestos pagados por los españoles se destinan en parte a los sindicatos grandes (“mayoritarios”). Las decisiones se adoptan por las cabecillas, y no siempre de acuerdo con las bases, algo parecido con lo que ocurre con la CUIT acá en Chile. Así, las cúpulas de los sindicatos grandes, UGT y CCOO, no representan a las bases.

¿Explica qué es el a-sindicalismo?

Sobre ¿qué es A-sindicalismo?, fue una pelea increíble, pero al final llegamos al acuerdo de que entendemos por a-sindicalismo, y no es una oposición al sindicato como forma de organización, sino como oposición de la forma de trabajar de las cúpulas de éstos Sindicatos. Trabajan como partidos políticos. Otro punto era el a-confesionalismo. Se establece para que no presionara, que no se involucre, que no representara tampoco ningún grupo religioso. Estos tres tenían el objetivo de lograr la independencia del movimiento.

Desde algunos meses el movimiento 15-M acude a actividades convocadas por sindicatos, cooperan puntualmente. ¿Cómo se llegó a este acercamiento?

– Como ya dije había un gran debate. No ser partido, ni sindicato, ni confesional, para algunos significaba ir al margen de las demás organizaciones, para otros significaba aislamiento. Hay poca educación política. En un comienzo no se entendían términos políticos. Fue complicado el proceso de debate. Algunos entendían que había que haber estrategia política organizacional para enfrentar la situación política, y jurídico-restrictiva. Entendían que había que sumarse a actividades de organizaciones ya existentes, dejando siempre claro que no nos representaban como organización. Siempre se hacía claro que estábamos en contra de las cúpulas.

 ¿Por qué este año se produjo el acercamiento a los sindicatos?

– Porque dentro del mismo 15-M también hay trabajadores, entre ellos miembros de sindicatos. Miembros muy críticos a las cúpulas. Pero al fin y al cabo teníamos el mismo fin con los trabajadores. Había que asumir también las bases obreras, y para eso se puede colaborar puntualmente con los sindicatos.

¿En el movimiento 15-M participan muchos extranjeros?

– Desde un comienzo hubo participación de migrantes, principalmente del movimiento estudiantil y de algunas organizaciones sociales que de a poco se incorporaron. Posteriormente participaron activamente organizaciones de migrantes, como por ejemplo “Chilenos en Madrid” o “Chilenos en Barcelona”. Participaron en las marchas, con sus lienzos, con sus distintivos chilenos. En apoyo a otras organizaciones y porque también son residentes y las políticas que se están llevando a cabo les afecta por completo.

¿El tema de las migraciones se incorporó al debate?

– Se han constituido también grupos de trabajo que abarcan al asunto de “Migraciones”. Cuando se habla de inmigrantes, siempre se está hablando de no-europeos, porque se distingue entre los “comunitarios” y los inmigrantes de los demás países del mundo. A raíz de esto está el anhelo de vivir en una sociedad inclusiva.

Después de mas de un año de presencia en la sociedad española, muchos critican que carece de una propuesta entre tanta protesta. ¿Qué es el logro del movimiento 15-M?

El 15-M es un arco iris en el que hay de todo. Por lo mismo costó tanto dar alineamiento. Hay muchos grupos dentro del paraguas cada uno con distintas críticas al país y distintas definiciones del país que quieren. La propuesta de base es la defensa del Estado de Bienestar. Mediante la solidaridad fiscal se debe defender los derechos básicos como la salud, la educación, la vivienda, la alimentación. Últimamente el sesgo que más ha quedado son los anti-capitalistas. Es lo que había que decantarse: Los que siempre han estado y luchado contra el sistema. Yo creo que no avanzaba el movimiento 15-M porque habían demasiadas diferencias. ¿Cómo van a llegar a un acuerdo los que quieren luchar dentro del sistema y los que quieren cambiarle? ¿Qué vamos a votar?

¿Terminarán por constituir un partido político?

– ¿Partido político? No creo que llegue a ser un partido. El movimiento es trasversal. Dentro de la misma junta de personas cada uno tiene sus posiciones, toma sus decisiones, tiene su trabajo, o su actividad.

¿Qué experiencia sacan de los países del norte africano?

– Se miró también a Egipto y a Libia donde la gente salía a la calle y cambiaron regímenes. Pero salir a la calle en Egipto es como ponerte una capucha y tirar piedras a la Moneda en Chile. Allí salir a la calle es revolucionario. Sin embargo, en España, en una democracia liberal europea, salir a la calle no implica un cambio. Cambiar significaría quitarles dinero a los que ganaban y siguen ganando en la crisis. Por salir a la calle no va a haber un cambio.

¿Cuales conclusiones sacas tú de la experiencia 15-M?

– Es importante este movimiento para que la gente se eduque políticamente. Mucha gente, como en Chile, antes tenía miedo a la política. Cuando hablabas de política pensaban únicamente en partidos políticos. Cuando terminó la dictadura en España, la gente concluía “la política es mala”. Los españoles eran tan pasivos. Vivieron en una burbuja de la que ahora se dan cuenta algunos que era falsa. Ahora hay un discurso fuerte sobre el Estado de Bienestar. Hay que defender el Estado de Bienestar. En otro momento si o si tiene que darse el debate sobre un Estado de Bienestar que no esté a coste de otros pueblos, un Bienestar que no se debe a la explotación de América Latina y África.

 Gwendolen Pare

El Ciudadano


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