Este año será decisivo para la izquierda chilena. A pesar de lo habitual que ha sido este rótulo en nuestra historia reciente, las elecciones presidenciales y parlamentarias y, sobretodo, la construcción que el mundo de izquierda sea capaz de desarrollar en ese marco, marcarán el camino del proyecto hacia un cambio estructural por y para las grandes mayorías nacionales.
Este momento histórico no es casual. Por el contrario, es el resultado de la persistencia y claridad de la izquierda, sus organizaciones y personas, quienes han levantado una y otra vez, sus posiciones críticas al modelo de sociedad y a la democracia chilena. Ambas posiciones, otrora marginalizadas, hoy se ven demostradas con claridad por la caída global de la economía y la crisis de legitimidad del sistema político chileno. Es el resultado, asimismo, de las crecientes luchas de trabajadores, estudiantes, pobladores, sectores de profesionales, que exigen cambios en lo social y político para hacer un país más democrático y justo.
Ante esta oportunidad, quienes creemos y trabajamos cotidianamente por una sociedad en que el poder y sus beneficios sean distribuidos igualitariamente, debemos asumir la responsabilidad que tenemos por delante: las fuerzas del modelo evidencia día a día su agotamiento, plasmado tanto en la carencia de propuestas sustantivas de cambio, como en la elección de liderazgos presidenciales que reflejan como pocos las crisis económica y política que vive nuestro país.
Por eso, asumimos que el momento de romper la exclusión es hoy, trazándonos el desafío que en un año más la posición de la izquierda en la sociedad chilena sea cualitativamente distinta. Sabemos que para ello hay solamente una vía posible: Unidad y participación.
Por ello, las personas y organizaciones firmantes manifestamos nuestro pleno compromiso con:
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La generación de un candidato presidencial único de las fuerzas de izquierda y progresistas, mediante el mecanismo más democrático posible. Para ello, evaluaremos conjuntamente la realización de elecciones primarias abiertas a nivel nacional, buscando compatibilizar los criterios de viabilidad y participación, imprescindibles para una definición como esta, y transformando este proceso en un factor de organización y movilización de los ciudadanos de izquierda.
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La conformación de una estrategia parlamentaria única de todas las fuerzas de izquierda transformadora, que maximice las posibilidades de romper con la exclusión que impide que esta Corporación sea verdaderamente representativa de la diversidad política que existe en la sociedad chilena.
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La construcción participativa de un programa unitario, que recoja las capacidades de toda la izquierda, proponiendo al país las medidas y políticas que hoy son necesarias para mejorar la calidad de vida de los chilenos, resolver las escandalosas desigualdades que existen en los más diversos ámbitos de nuestra sociedad y avanzar en la construcción de una país más justo, más igualitario y más solidario.
Santiago, 19 de enero de 2009
Movimiento Nueva Izquierda
Izquierda Cristiana de Chile
Movimiento Amplio Social MAS
Movimiento Generación 80