Actualmente los ojos del mundo están mirando a Río de Janeiro, mientras que sus comunidades sufren el proceso de limpieza social y desplazamientos obligatorios para “adecuar” la ciudad para los eventos que se aproximan.
”En lucha hace más de dos años, los moradores, que en su mayoría queremos permanecer en el lugar donde nacimos, vamos a resistir a los momentos más duros de la favela. El lugar tiene una de las vistas más bonitas de Río de Janeiro…” Fragmento de la carta escrita por Itamar Silva, presidente del Grupo Eco Santa Marta y morador del mismo morro. Éste mismo relata el posicionamiento de los moradores en el lugar, los que tienen que resistir las constantes amenazas de remoción de sus casas y de la especulación de las mismas debido a los costos que tienen que pagar los ciudadanos por la realización de los dos grandes megaeventos que se realizarán en la ciudad.
El principal argumento que tiene la Alcaldía de Río de Janeiro para justificar las remociones obligatorias en el Pico del Morro de Santa Marta, que se ubica en el Barrio de Botafogo, es que “toda Santa Marta es un área de riesgo”, según el estudio elaborado por el Instituto de Geotécnica de la Ciudad de Río de Janeiro (GEO – Rio). En la reunión con los moradores del Pico, el ingeniero civil y mecánico, Mauricio Campos dos Santos, presentó un documento técnico sobre las situaciones de riesgo asociadas al área en cuestionamiento que alude la Alcaldía.
Considera por la Alcaldía y por el Estado de Río de Janeiro como la “Favela Modelo”, el Morro de Santa Marta fue la primera en recibir una Unidad Policial Pacificadora (UPP), en el año 2008, y que actualmente funciona en un predio especialmente construido.
La Favela, que tiene más de 80 años de vida, posee cultura y tradiciones propias. Desde las tradicionales Fiestas Juninas, como los campeonatos de fútbol, como también el arte que se plasman en sus escalas y rincones.
Por invitación de una de sus moradoras, el muralista y grafittero chileno “Charquipunk” se quedó algunos días en el lugar. Caminando por sus calles, conversando con sus moradores, el artista comenzó a hacer sus intervenciones visuales. Utilizando simbólicamente la figura de los pájaros, el chileno hizo una composición en las casas marcadas para la remoción, simbolizando la resistencia y lucha de la soberanía popular.
ARTE PELA RESISTÊNCIA
Com o mundo de olhos virados para o Rio de Janeiro, as comunidades sofrem o processo de higienização social e remoções compulsórias para abarcar “investimentos”.
“Em luta há mais de dois anos os moradores, em sua maioria, querem permanecer no local onde nasceram e resistiram aos momentos mais duros da favela. O local é uma das vistas mais bonitas do Rio de Janeiro […]”. O trecho da carta escrita por Itamar Silva, presidente do Grupo Eco Santa Marta e morador do morro, relata o posicionamento dos moradores que resistem diariamente às ameaças de remoção de suas casas e a especulação imobiliária por conta dos megaeventos.
Leia aqui a Carta dos Moradores do Pico de Santa Marta
A principal alegação da prefeitura do Rio de Janeiro para justificar as remoções compulsórias no Pico do morro, que fica no bairro de Botafogo, é a de que “toda Santa Marta é uma área de risco”, segundo o laudo elaborado pela Instituto de Geotécnica da Cidade do Rio de Janeiro (GEO-Rio). À convite dos moradores do Pico, o engenheiro civil e mecânico Maurício Campos dos Santos apresentou um parecer técnico sobre as situações de risco associadas à área que coloca em questionamento a justificativa da Prefeitura.
Considerada pela prefeitura e pelo Estado do Rio de Janeiro como a “Favela Modelo”, o morro Santa Marta foi a primeira a receber uma Unidade de Polícia Pacificadora (UPP), em 2008, e que hoje funciona em um prédio construído para abrigar uma creche, em área no Pico do Morro.
A favela, que possui mais de 80 anos desde o início da ocupação, possui cultura e tradição próprios. Desde as tradicionais festas juninas organizadas na quadra, os campeonatos de futebol, à que arte surge nas escadarias, nos becos do morro.
Em visita ao Rio de Janeiro à convite de uma moradora do Santa Marta, o muralista e grafiteiro chileno Charquipunk morou por alguns dias no morro. Andou pelas ruas, conversou com os moradores e começou o seu processo de intervenção. Através de pássaros, o artista espalhou pelas casas marcadas para remoção, o símbolo da resistência e da luta pela soberania popular.
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Agosto 9, 2012
Publicado en memorialatina.net