Giro diplomático: España planteará a la UE cambiar sanciones por diálogo con Venezuela

La propuesta que rompe con la estrategia del Gobierno de Rajoy será defendida por Josep Borrell

Luz Marina Delgado

14/10/2018 1:43pm

España tiene previsto dar este lunes un drástico giro en su posición sobre Venezuela durante el consejo de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) que se celebra en Luxemburgo. El ministro de Exteriores, Josep Borrell, apostará ante sus homólogos europeos el diálogo en lugar de las sanciones como vía para resolver el drama político y económico que sufre el país latinoamericano.

La nueva vía, si se confirma, puede chocar con la administración de Donald Trump, que está endureciendo por momentos su presión sobre el presidente venezolano Nicolás Maduro.

Propuesta de diálogo

El giro de España, ya apuntado por el Gobierno de Pedro Sánchez, se materializará durante un almuerzo de trabajo presidido por la alta representante de Política Exterior, Federica Mogherini. Quien incluyó el debate sobre Venezuela a instancias, precisamente, de la delegación española, solicitud secundada también por Francia, Italia y Portugal.

España pide a la Unión Europea cambiar sanciones por diálogo con Venezuela

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Fuentes diplomáticas esperan que el encuentro salga una batería de ideas «sobre cómo promover el diálogo político en Venezuela y cómo abrir cauces de colaboración». La propuesta que defenderá Borrell rompe con la estrategia seguida por Mariano Rajoy, de castigo diplomático de la UE contra al gobierno venezolano.

Sanciones unilaterales

En enero de este año, Bruselas incluyó a los siete primeros altos cargos venezolanos en una lista negra que les impone una prohibición de viajar a la UE y la congelación de los activos de que dispongan en territorio comunitario. El castigo se reforzó en junio, a los pocos días de que Borrell sustituyera al anterior ministro, Alfonso Dastis. Y se tradujo en la extensión de sanciones unilaterales a otros 11 funcionarios venezolanos.

No obstante, el nuevo ministro expresó en esa oportunidad su preferencia por una vía alternativa favorable a la búsqueda de soluciones pactadas. «El nuevo Gobierno español va a poner más si cabe el énfasis en la necesidad de encontrar soluciones políticas a la situación en Venezuela que no se van a resolver únicamente a base de sanciones», señaló Borrell tras asistir en junio a su primera reunión de ministros de Exteriores de la UE.

Por su parte, Mogherini también señaló la necesidad de buscar la solución en el seno de la sociedad venezolana. «Todos sabemos que una solución sostenible a la situación actual solo puede venir de dentro de Venezuela», aseguraba la alta representante el pasado 25 de septiembre. A lo que agregaba «La única salida es una solución política negociada». La UE no se plantea actuar como mediadora en ese diálogo que considera imprescindible, pero estudiará como «acompañar» el proceso en caso de que se inicie.

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Diálogo como solución

Mogherini subrayó en septiembre que la preocupación de Bruselas por el país es inevitable, entre otras cosas, porque «cientos de miles de ciudadanos venezolanos también son ciudadanos europeos». Además de apoyo a la solución política, la Comisión Europea ha liberado fondos (35 millones de euros este verano) para paliar las consecuencias de la crisis migratoria dentro y fuera de Venezuela. Fuentes diplomáticas aseguran que la Comisión ya «explora fórmulas» para aumentar esa colaboración.

España también está colaborando en la apertura de esos canales de comunicación con Caracas. El secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, se reunió este mes con representantes del Gobierno venezolano y de la oposición, así como con las empresas españolas con intereses en Venezuela, según informa Europa Press. Los contactos también se repitieron en Nueva York durante la Asamblea general de la ONU.

Fuentes europeas confían en que la cita de Luxemburgo sea el inicio de un viraje al que se puedan sumar todos los países, incluidos los partidarios de mantener la presión sobre el gobierno del presidente Nicolás Maduro. «Incluso los más duros aceptan que es imprescindible fomentar el diálogo», señalan.