Ante la falta de un programa político sólido, la mejor opción que encontró el candidato presidencial ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, fue huirle a los debates en televisión con su rival, el abanderado del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.
Las «razones» de Bolsonaro para esconderse van desde supuestas recomendaciones médicas hasta la puesta en marcha de una «estrategia política». Esta semana, reconoció que considera no participar en esos cara a cara por ésa última excusa.
«Es lógico, política es estrategia (…) todo se toma en consideración, yo decido en equipo», manifestó en una rueda de prensa.
Además, precisó que será este jueves cuando su equipo médico decida si tiene o no «las condiciones» para ir a los debates antes de la segunda vuelta electoral. Lo que está claro es que su plataforma favorita para «hacer política» y difundir mentiras de Haddad son las redes sociales.
«Ahora tengo que debatir contra un poste, contra un pelele mandado por Lula. Santa paciencia, vamos a decidir eso, el equipo médico decide mañana (jueves) si tengo condiciones o no», expresó.
A diferencia del líder del Partido Social Liberal, Haddad ha manifestado que está dispuesto a ir a donde sea para discutir con su rival públicamente y que el país sepa toda la verdad. “Puedo ir a la enfermería en que él esté para debatir sobre el país. Los brasileños tienen que saber la verdad sobre las cosas”, dijo la semana pasada.
El primer debate televisivo, después de la primera vuelta electoral, se iba a efectuar el viernes 12 de octubre, pero Bolsonaro descartó participar por supuestas recomendaciones de su equipo médico.
En la jornada electoral del pasado domingo 7 de octubre, Bolsonaro obtuvo el 46% de los votos frente al 29,3% que alcanzó el candidato del PT. Ambos se medirán en una segunda vuelta prevista para el domingo 28 de octubre.
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