Las dietas muy restrictivas que excluyen algún grupo de alimentos pueden ser peligrosas para la salud, ya que a largo plazo causan deficiencias de algunos nutrientes esenciales para el organismo, como vitaminas, minerales y aminoácidos, advirtió la analista técnica de Políticas Sociales, Simone Costa Guadagnin, de la Coordinación de Alimentación y Nutrición del Ministerio de Salud de Brasil, en reseña publicada por el Correio do Brasil.
De acuerdo con la guía alimentaria para la población brasileña, una dieta sana es armónica en cantidad y calidad y debe atender a los principios de la variedad, equilibrio, moderación y placer.
«Las dietas de la moda usualmente se limitan a considerar sólo la ingesta de nutrientes y calorías y no considera la individualidad de cada uno y el contexto en que vive», resaltó Costa Guadagnin.
Según la experta, dietas que prometen reducción de peso de forma rápida y sin sacrificios tienden a huir de la costumbre alimentaria de las personas. Por lo tanto, difícilmente pueden mantenerse a largo plazo.
«Inicialmente puede haber resultados rápidos, especialmente en la pérdida de peso, causados por el entusiasmo inicial. Pero después las posibilidades de recuperar el peso perdido son grandes», alertó.
El Consejo Federal de Nutricionistas (CFN) repudia las prácticas relacionadas al adelgazamiento rápido, desintoxicación del organismo o la «limpieza del cuerpo» que prometen facilidades o beneficios basados en el sentido común, con poca o ninguna evidencia científica, induciendo a modismos y patrones alimentarios que pueden causar daños a la salud y comprometer la seguridad alimentaria y nutricional.
El CFN recomienda que las personas analicen de forma crítica las informaciones divulgadas y busquen acompañamiento clínico de profesionales especializados y debidamente acreditados. El organismo también explica algunos riesgos de la dieta sin carbohidratos:
-El carbohidrato, encontrado en mayor cantidad en los panes, cereales y masas, auxilia en la recuperación muscular y es la primera fuente de energía para los músculos. Por lo tanto, la presencia de carbohidratos en la alimentación, en las cantidades adecuadas, no provoca aumento de la grasa corporal.
El carbohidrato es la principal fuente de energía para el organismo, por lo que puede ser perjudicial, a largo plazo, para quienes los excluyen de su alimentación. En el caso de practicantes de actividades físicas, la restricción del componente puede tener un impacto negativo aún mayor, precisó Costa Guadagnin.
-La ingestión elevada de proteínas, característica de las dietas con restricción de carbohidratos, puede provocar sobrecarga renal y la desregulación del organismo, además de efectos desagradables como deshidratación y desmayos. Las dietas restrictivas pueden llevar a la cetoacidosis, caracterizada por hiperglucemia (alta tasa de glucosa en la sangre), vómitos, dificultad respiratoria, entre otros síntomas, informa el material de apoyo para profesionales de la salud.
-Los regímenes que restringen el carbohidrato, además de la dificultad de ser mantenidos a largo plazo, no promueven la adopción de una alimentación adecuada y sana y la adopción de otros hábitos de vida saludables. Por lo tanto, pueden provocar una ganancia de peso posterior.
La investigación con individuos que adoptaron la dieta Dunkan (rica en proteínas, restringida en grasas y con bajo contenido de carbohidratos) mostró que aproximadamente el 75% retornan al peso anterior.
-La adopción de una dieta adecuada y saludable, actividad física regular y la aceptación de otros hábitos de vida saludables son siempre las mejores opciones, destacó Simone Costa Guadagnin.
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