Hamilton Mourao, el general xenófobo que será vicepresidente de Brasil

El presidente electo ultraderechista, Jair Bolsonaro, se decantó por el oficial retirado -públicamente racista y misógeno- luego de escoger entre un pastor evangélico, una abogada golpista y un astronauta

Hamilton Mourao, el general xenófobo que será vicepresidente de Brasil

Autor: Ronald Ángel

Jair Bolsonaro es un exmilitar, evangélico radical y amante de la dictadura brasileña, misma que torturó, desapareció y asesinó a miles de ciudadanos, cometió crímenes de lesa humanidad y vulnero todos los derechos humanos de los brasileños. Pero poco se conoce de su llave en el Ejecutivo, Antonio Hamilton Martins Mourao, el general retirado que tendrá funciones como Vicepresidente y que al igual que el Presidente electo, tiene un amplio prontuario racista, misógeno y homófobo.

Y que -hasta hace poco- muchos consideraban a Bolsonaro como una especie de bufón sin importancia que jamás tendría posibilidad alguna de llegar a la Presidencia de Brasil. Lamentablemente existe una realidad en ese país que dice lo contrario y que colocaron al ultraderechista -catalogado como el Hitler latino- como el próximo Jefe de Estado del gigante suramericano.

En esa elección donde fue electo Bolsonaro, también lo hizo Hamilton Mourao, quien acompañó en las elecciones como candidato a la Vicepresidencia, la cual comenzará a ejercer en enero de 2019.

Mourao imitó el discurso segregacionista de su compañero de fórmula en la campaña presidencial

El general retirado de marcada tendencia hacia la extrema derecha, ha demostrado su posición a través de discursos muy similares al de Bolsonaro, es decir, cargado de expresiones racistas, xenófobas y machistas.

Y es que según el propio Bolsonaro, la nueva etapa de la «democracia» brasileña vendrá impregnada de militarismo, o al menos de una buena distribución de cargos en el gabinete Ejecutivo para miembros de la fuerza armada., sobre todo aquellos que defienden la dictadura militar y están dispuestos a perseguir a los líderes de izquierda y progresistas, para -como lo ha dicho el propio Bolsonaro- erradicarlos, por ser «comunistas».

Mourao llegó a la Vicepresidencia, luego que Bolsonaro lo escogiera entre varios nombres radicales de la derecha brasileña como son el senador Magno Malta, pastor de una iglesia evangelista; la abogada Janaína Paschoal, una de las impulsoras del golpe parlamentario contra la presidenta Dilma Rousseff en 2016; e incluso sonó el nombre del astronauta Marcos Pontes, único brasileño que participó en operaciones espaciales con la empresa aeroespacial estadounidense NASA.

Bolsonaro además de defender la tortura como «estrategia» política, es un promotor de la violencia armada contra «comunistas y socialistas»

¿Quién es Mourao?

Hamilton Mourao es nativo de la ciudad de Porto Alegre, tiene 64 años y entró al Ejército en 1972, en el que estuvo hasta febrero de 2018 cuando pasó a situación de retiro, explica un despacho de Telesur.

El general retirado pertenece al Partido Renovador Laborista Brasileño (PRLB,) formación de derecha que se alió al conservador Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro.

Al igual que Jair Bolsonaro, Mourao ha sido un defensor de la última dictadura militar en Brasil (1964 a 1985).

Los comentarios de Hamilton Mourao en contra de los Gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, llevaron a que el hoy general retirado fuera transferido de varios cargos dentro de la institución militar.

En octubre de 2015, perdió el Comando Militar del Sur por haber hecho críticas a la clase política y al Gobierno y se convirtió en secretario de economía y finanzas del Ejército.

Durante la crisis política y social vivida en Brasil por el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff y los escándalos de corrupción que vincula a la mayoría de los legisladores, Mourao expresó la posibilidad de una intervención militar si se daba el caso de que la situación caótica se volviera incontrolable para las propias instituciones brasileñas.

A raíz de declaraciones similares en las que proponía una salida militar, Mourao fue retirado de su puesto en 2015 por el comandante del Ejército, el general Eduardo Villas Bôas.

Posteriormente, fue designado a la Secretaría General del Ejército, donde permaneció hasta febrero de 2018o cuando fue dado de baja.

Desde entonces, Mourao se dedicó a hacer proselitismo político y una vez fue ratificado como compañero de fórmula de Jair Bolsonaro, se unió al discurso racista y xenófobo del entonces candidato.

Analistas consideran que Bolsonaro y Mourao representan el resurgimiento del poder y autoritarismo militar en Brasil

Mourao, una herramienta clave para Bolsonaro y la cúpula militar

Pero además, Bolsonaro cuenta en la actualidad con un amplio apoyo de militares que aún mantienen vínculos con la dictadura militar y uno de ellos es precisamente el general retirado Antonio Hamilton Martins Mourão.

Su visión política recuerda a la establecida en la dictadura. Por ejemplo, cuando Mourao se enteró de la puñalada que recibió su compañero de fórmula no vaciló en decir: “Si quieren usar la violencia, los profesionales de la violencia somos nosotros”, una frase que reivindica la dictadura y simboliza el ascenso de la ultraderecha y la participación activa de uniformados en la política brasileña.

Entre tanto, para Bolsonaro -excapitán del Ejército- una de las “soluciones” para combatir la criminalidad y la violencia armada en Brasil, es atacar con mayor violencia y armas a los grupos criminales, algo que según él “está en la biblia”. Esta postura la apoya totalmente Mourao, una excusa que como lo cuenta la historia -no sólo brasileña y latinoamericana- mundial, puede servir para recomenzar una persecusión macartista con el propósito ejecutar a adversarios políticos calificándolos como «criminales comunistas» o «socialistas».

Bolsonaro y Mourao tienen la misma retórica y visión de ultraderecha

La violencia en Brasil alcanzó en 2017 -bajo el régimen de facto de Michel Temer- el récord de casi 64.000 homicidios, y para ello, Bolsonaro insiste en la necesidad de reformar las leyes sobre el porte de armas y así los “buenos ciudadanos” puedan tener acceso a ellas para defenderse.

“Si alguna vez alguno de nosotros, civil o militar es atacado y toma represalias con 20 disparos, debería ser condecorado y no condenado”, argumenta el candidato, clasista y xenófobo, quien sostiene que las armas son inherentes al ser humano y “están en la Biblia”.

Además de incentivar la violencia armada, Bolsonaro y Mourao apuestan a la xenofobia migratoria, es decir, vetar a los migrantes de Brasil y recrudecer el nacionalismo extremo.

En ese orden, Bolsonaro -por ejemplo- dice sobre la migración de venezolanos hacia territorio brasileño producto de la fuerte crisis económica y social en Venezuela producto del bloqueo impuesto por el gobierno estadounidense, que para que estas personas no molesten a los brasileños, deben ser movilizadas hacia campos de concentración en carácter de refugiados.

“Brasil no puede ser un país de fronteras abiertas. Creo que se puede buscar a la ONU para que cree campos de refugiados”, dijo Bolsonaro durante su candidatura, algo que refirma su caracter sionista, pues tiene amplios vínculos con el Mossad, al vincularse como un agente de inteligencia de ese cuerpo israelí y demostrar además su simpatía y apoyo a Israel, régimen que busca erradicar a Palestina.

De hecho, una de las promesas de Bolsonaro en su campaña fue que de ganar eliminaría la embajada de Palestina en Brasil para facilitar los intereses de Israel y el gobierno de Benjamín Netanyahu.

Mourao apoya la idea de crear una coalición internacional desde la ONU para intervenir militarmente contra Venezuela

Mourao asegura que Brasil apoyaría una intervención militar contra Venezuela

Entonces, no es raro que para el próximo Vicepresidente de Brasil apruebe ejecutar una intervención militar contra el pueblo de Venezuela, si la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dice que se realice.

Así lo explicó Mourao en una entrevista con la BBC, donde comentó que si la ONU decide crear una fuerza de mantenimiento o imposición de la paz, Brasil lo haría.

«Sí. Por la posición que Brasil ocupa en América del Sur, por la importancia que tenemos, por la vecindad con la propia Venezuela, cualquier problema que esté afectando a Venezuela afecta aquí en nuestro país. Así que en todo aquello que nosotros podamos hacer para buscar una solución que pacifique a Venezuela, para que vuelva a entrar en el rumbo de un sistema democrático como nosotros lo entendemos, creo que tenemos que participar», recalcó el segundo que estará en el mando del gobierno brasileño.

Mourao agrega que en todos los ámbitos apoyará a Bolsonaro, sobre todo porque fue electo junto a él.

«Fui electo junto a él. Los demás asesores elegidos pueden ser echados en cualquier momento. Yo me quedo. Somos hermanos siameses. Mi visión es cooperar en todo aquello que él crea necesario dentro de mi conocimiento, de mi experiencia. Si podemos coordinar algunos trabajos, proyectos que él juzgue necesarios, yo estaré listo (…) estaré siempre próximo a él y lo apoyaré en todas sus decisiones».

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